Las protestas convocadas en Italia por el Día Internacional de la Mujer fueron acompañadas de una huelga general de 24 horas a la que se sumaron sindicatos de varios sectores pero que tuvo la mayor repercusión en el transporte público.
Además del paro, las mujeres acudieron por séptimo año consecutivo a las manifestaciones organizadas en las 37 ciudades más importantes del país. Bajo el lema Ni una menos, miles protestaron en las calles contra todas las formas de violencia de género.
En Roma, el metro suspendió la circulación de trenes varias horas durante la mañana y mantuvo clausuradas algunas de las estaciones más importantes. En la calle, apenas circularon autobuses.
Mientras tanto, en Milán -la segunda ciudad más poblada del país- los servicios mínimos estuvieron garantizados, aunque con constantes atrasos de tranvías y buses.
El presidente de Italiana, Sergio Mattarella, pidió recorrer con la «máxima determinación y rapidez el camino hacia una igualdad verdadera», durante un acto en conmemoración de la jornada.
Por su parte, el Senado italiano colocó una rosa blanca en los asientos ocupados por mujeres mientras que la primera ministra, Giorgia Meloni, recibió a dos jóvenes cristianas nigerianas perseguidas: Maria Joseph y Janada Markus, de 19 y 22 años respectivamente, ambas prófugas de los terroristas de Boko Haram.
Desde El Vaticano, el papa Francisco también se unió a la celebración y agradeció a las mujeres «su compromiso en la construcción de una sociedad más humana”.
