Un hombre detenido en un centro penitenciario del cantón de Zurich, Suiza, recurrió al suicidio asistido por primera vez en la historia del país.
El hombre falleció con el apoyo de la organización para ayuda al suicidio, Exit, la cual decidió no dar informaciones con respecto al caso.
El Departamento de Justicia e Interior del cantón de Zurich comentó que, dentro de su jurisdicción, cualquier persona es capaz de elegir el modo y fecha de su muerte, ley que incluye a los detenidos.
En 2018, las autoridades respectivas negaron este procedimiento al condenado a cadena perpetua, Peter Vogt, debido a sus trastornos psíquicos, decisión que causó una gran polémica en el país.
‘’Es más humano querer suicidarse que estar enterrado vivo durante los próximos años’’, comentó en ese entonces Vogt durante una entrevista en la que se confirmó que sufría de varias enfermedades como insuficiencia renal y cardíaca, más sus trastornos psíquicos que no le aportaban lucidez en la toma de decisiones.
El suicidio asistido está autorizado en Suiza en su Código Penal de 1942, por lo que anualmente se realizan cientos de ellos. Incluso, en ocasiones hay personas que van al país sólo para hacer el procedimiento que no está permitido en sus países de origen, como el caso del director de cine francés, Jean-Luc Godard.
Pero, hay una diferencia entre la eutanásia y el suicidio asistido, en el sentido de que el paciente debe tener un papel activo en el momento de la práctica. Es decir, debe ser él quien tome la dosis letal de barbitúricos.
Otros requisitos indispensables son que la persona tenga discernimiento, que haya reflexionado su idea y que nadie ejerza influencia sobre la decisión.