El matrimonio de Rajendram, de 35 años, y Nadarajah, de 37 se radicó en Ajax, Ontario, para hacer familia. La pareja ya había tenido un primer embarazo, pero también tuvo complicaciones, y terminó a los pocos meses.
En su nuevo embarazo, empezó a tener sangrados que advertían la llegada de sus hijos, pero el médico les dijo que eran demasiado prematuros y las probabilidades de que sobrevivieran eran pocas.
Pese al panorama desalentador, la pareja estaba segura de que se podían convertirse en padres, y después de una larga investigación, se enteraron que unos bebés de solo 21 semanas y cinco días de gestación, tenían la posibilidad de vivir.
Según el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (EEUU), los bebés nacidos antes de las 37 semanas de gestación, pueden tener problemas respiratorios, digestivos y hemorragias cerebrales.
Sin embargo, las investigaciones han descubierto que los bebés nacidos a las 22 semanas que reciben tratamiento médico, tienen una posibilidad de supervivencia del 25% al 50%.
La pareja solicitó el traslado al Hospital Monte Sinaí, en Toronto, uno de los pocos hospitales que ofrece reanimación y atención activa a las 22 semanas de gestación.
La bebé Adiah Laelynn Nadarajah nació con un peso inferior a 340 gramos, y su hermano, Adrial Luka Nadarajah, se unió a ella 23 minutos después, con un peso de 425 gramos.
Ambos son los gemelos más prematuros y más livianos desde que se tiene registro. De esta forma, se consumó su ingreso al Guinness World Records con 22 semanas y un día de gestación.
«Para nosotros eran perfectos en todos los sentidos», dijo la madre de los gemelos, y agregó: «Nacieron más pequeños que la palma de nuestras manos. La gente sigue sin creernos cuando se lo contamos».
Al llegar al mundo los gemelos recibieron cuidados proactivos, reanimación, nutrición y apoyo en sus órganos vitales, los más afectados.
“Son milagros” dijo el padre de los gemelos, después de haber visto por primera vez a sus hijos.
Adiah, la mayor de los gemelos, pasó 161 días en el hospital y volvió a casa el 11 de agosto, seis días antes que su hermano. Sin embargo, el camino de Adrial ha sido un poco más difícil, y fue hospitalizado tres veces más con diversas infecciones, pasando a veces semanas en el hospital.
La pareja espera que su historia pueda inspirar a otras familias y profesionales de la salud. Ellos probaron que antes de las 22 semanas de gestación, es posible traer un bebé al mundo.