Uno de los temas más abordados entre los grupos de orientación sexual en todo el mundo, es la planificación familiar. Y es que existen en la actualidad todo un abanico de opciones para la protección, prevención y comportamiento en la vida sexual ya entrada la pubertad.
Según un estudio publicado en The Lancet a nivel mundial ha disminuido el uso de métodos tradicionales, como el método de calendario o también conocido como método del ritmo, mientras prevalecen los preservativos, las píldoras, implantes y la esterilización femenina.
En detalle, el estudio arroja que los preservativos y las píldoras fueron los métodos anticonceptivos más comunes entre las adolescentes de 15 a 19 años. Y entre las mujeres de 20 a 49 años, los métodos reversibles de acción prolongada.
Existen los anticonceptivos reversibles de larga duración, los cuales son los más eficaces para evitar un embarazo. Menos del 1 % de las mujeres quedan embarazadas durante el primer año en que los usan.
Existen dos tipos de ARLD; el dispositivo intrauterino (DIU) y el implante subcutáneo, éstos no son “métodos de barrera» y no ayudan a prevenir las enfermedades de transmisión sexual. Es por eso que las adolescentes que usan ARLD también deben usar condón.
Del mismo modo, existen varios tipos de anticonceptivos de acción corta; Inyección de progestina, el anillo vaginal, el parche transdérmico y las píldoras anticonceptivas orales.
Todas esas opciones tienen más del 90 % de eficacia en la prevención de embarazos. Deben usarse con un condón u otro tipo de protección de barrera para prevenir las enfermedades de transmisión sexual.
Además, existen los métodos de barrera, los cuales ayudan a prevenir las enfermedades de transmisión sexual, el VIH y el embarazo. Las enfermedades de transmisión sexual están en aumento entre las personas de 15 a 24 años de edad.
En esta categoría, destacan el condón externo, el condón interno y el preservativo bucal.
La American Academy of Pediatrics (AAP) también recomienda dar recetas a los adolescentes por adelantado para el surtido de anticonceptivos de emergencia. De esta forma, los adolescentes pueden usarlos tan pronto los necesiten.
Otros expertos defienden los de larga duración como los más idóneos, sobre todo, en población joven, dejando claro que lo importante es analizar caso por caso, visitar un especialista antes de tomar la decisión de cómo cuidarse.
Incluso coinciden que por mucho que sigan avanzando los métodos anticonceptivos, la gran pelea sigue siendo que los adolescentes acepten usar anticonceptivos.
Por ello, es importante crear en los jóvenes una educación sexual amplia y tumbar la barrera familiar, que empuja a muchas jóvenes a no querer usar anticonceptivos por miedo y desconocimiento o por miedo a que sus padres descubran que los usan.
La BBC reseña que la falta de educación sexual es una de las principales razones del embarazo adolescente, un fenómeno que tiene mayor incidencia en las zonas y en los hogares donde hay más pobreza.
Por ello, todo apunta a que un hogar donde se hable claramente el tema sexual y la responsabilidad que conlleva el acto, es la clave para dar un segundo paso a la protección y prevención.