Este lunes se cumplen 10 años de la elección Jorge Mario Bergoglio, mejor conocido como Francisco, como el primer líder de la iglesia católica que es latinoamericano y el primero no europeo, durante este tiempo. El sumo pontífice ha revolucionado el nuevo concepto de la iglesia por su lucha contra la corrupción dentro del vaticano y en contra de la desigualdad social.
Tras la histórica renuncia de Benedicto XVI, 719 años después de que lo hiciera Celestino, los cardenales necesitaron al menos cuatro votaciones y dos fumatas negras durante el cónclave, hasta finalmente escoger al que era el arzobispo de Buenos Aires, como máximo representante de Dios en la Tierra, aquel 13 de marzo de 2013.
A una década de papado, muchos feligreses aún se preguntan cuál es el camino que Francisco quiere dejar como legado.
Una de sus principales banderas durante este papado es su estilo de vida austero, desde utilizar sus mismos zapatos desgastados hasta trasladarse de un lugar a otro en un pequeño vehículo, o establecer su lugar como residencia.
“Ya es hora que los pobres vuelvan a tener voz”
Especialistas del tema han destacado que el papa Francisco ha sido un defensor de la población de menos recursos, dándoles más protagonismos en sus discursos, no solamente durante sus actos solemnes sino con autoridades y gobernantes del mundo.
Muchos de sus viajes al extranjero fueron a países con una alta tasa de desigualdad social en la que criticó la violencia contra las mujeres, la hambruna en la población infantil, entre otros.
Durante la celebración de la quinta Jornada Mundial de los pobres en Asís en el 2021, el sumo pontífice instó que todos los países del mundo deben abrir sus corazones hacia la solidaridad, que no deja de clamar el Santo Padre, sobre todo hacia los más necesitados.
“Ya es hora de que los pobres vuelvan a tener la palabra, porque durante demasiado tiempo sus demandas no han sido escuchadas. Es hora de que abran los ojos para ver el estado de desigualdad en el que viven tantas familias. Es hora de arremangarse para recuperar la dignidad creando puestos de trabajo. Es hora de volver a escandalizarse ante la realidad de los niños hambrientos, esclavizados, náufragos, víctimas inocentes de todo tipo de violencia”, puntualizó.
En la alocución, el papa Francisco también abordó el tema de la violencia. “Es hora de que la violencia contra las mujeres se detenga y de que se las respete y no se las trate como mercancías. Es hora de romper el círculo de la indiferencia y descubrir de nuevo la belleza del encuentro y del diálogo”, subrayó.
Cero política
Otras de las metas que ha implementado el papa a lo largo de estos años es evitar que la Iglesia católica sea instrumento del poder político.
Un ejemplo de esto se evidenció cuando Francisco se reunió con el patriarca Kiril, de la Iglesia ortodoxa rusa, a través de una video llamada en mayo de 2022.
«Tuve una conversación de 40 minutos con el Patriarca Kiril. En la primera parte me leyó una declaración en la que daba razones para justificar la guerra en Ucrania. Cuando terminó, intervine y le dije: ‘Hermano, no somos clérigos del Estado, somos pastores del pueblo'».
Posteriormente, en un comunicado, el patriarcado de Moscú resaltó que “el papa francisco eligió un tono incorrecto para transmitir el contenido” de esa conversación.
Los expertos del área destacan que estas declaraciones tensaron las relaciones al establecer vínculos entre estas dos Iglesias cuyos máximos representantes no se reunían desde el año 1054.
Todos son bienvenidos
Durante sus múltiples discursos, el papa ha declarado que todas las personas son bienvenidas en el reino de Dios. En el 2013, al regresar de un viaje de Brasil, Francisco aseguró que no es quién para jugar a los homosexuales.
«Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgarla?», puntualizó.
Incluso, durante una entrevista con la agencia AP, dijo que las leyes que penalizan la homosexualidad son «injustas», porque «ser homosexual no es un delito», pero sí «un pecado».
Aunque días después se refirió al tema como «la enseñanza de la moral católica, que dice que cada acto sexual fuera del matrimonio es pecado». No obstante, muchos analistas aseguran que lo declarado era una apertura sin precedentes de la Iglesia católica al tema de la comunidad LGTB+.
Según las últimas cifras publicadas, hay 1.378 millones de católicos en todo el mundo, con crecimiento en África y Asia, pero estancamiento en Europa y a pesar de este crecimiento, los escándalos de los abusos sexuales han sacudido a la Iglesia en diferentes regiones del mundo.
Ante esta situación, el sumo pontífice ha abordado este tema con más claridad que sus predecesores y ordenó una reflexión en profundidad abriéndose a las críticas.
Celebración papal
En la plaza de San Pedro se realizó el ángelus previous ante miles de feligreses en la que el máximo representante de la iglesia católica pidió “dar de beber” a quienes tienen “sed de la Palabra de Dios”.
Durante su discurso, Francisco destacó que el término “dame de beber” no “es solo la petición de Jesús a la samaritana, sino un llamamiento que cada día se eleva hacia nosotros y nos pide que nos hagamos cargo de la sed de los demás”.
El papa celebra este lunes el décimo aniversario de su elección sin mostrar signos de bajar el ritmo. A sus 86 años, Francisco ha dicho que no piensa en retirarse y describió el papado como un trabajo para toda la vida.