Un análisis de Cornerstone, firma especializada en consultoría de talento humano, reveló las cinco competencias que requieren los líderes y equipos para este año y hay tendencia a “volver a lo básico”: escucha activa.
El 2023 es un año complejo para muchas organizaciones que deben mantenerse a flote en medio de la incertidumbre económica y para eso hay que desarrollar la capacidad de prestar una atención activa y completa al interlocutor, “predisponiéndolo tanto física como mentalmente a escuchar y comprender el mensaje que se quiere transmitir”.
“Presta atención no a responder, ganar o resolver sino a aprender. Algunos de sus beneficios son la mejora en las relaciones interpersonales, el fortalecimiento del conocimiento, la construcción de ambientes de confianza y su ayuda en la resolución de conflictos”, explicó la firma referida en una nota de la agencia Bloomberg.
También la flexibilidad mental está dentro de las cinco competencias que requieren los líderes en 2023. Es importante estar abierto a comprender otras perspectivas y reconsiderar la propia en la medida en que se asimilen los nuevos aprendizajes. “Esta habilidad permite escuchar sin pasión, comprender diferentes perspectivas, construir soluciones creativas y diversas, así como desarrollar el pensamiento crítico”.
La tercera competencia es la comunicación asertiva: expresar sentimientos u opiniones en el momento adecuado con las palabras adecuadas para hablar y debatir con serenidad y respeto. Se deben construir espacios seguros y valorizar las opiniones de las personas.
“Cuando la comunicación es asertiva, es más fácil definir un norte como equipo y construir acuerdos”, reflexiona Cornerstone.
También el trabajo colaborativo es importante. “Se refiere a trabajar con otros de manera eficaz, conjunta, dinámica y descentralizada para lograr los objetivos. que se han definido como un equipo, que fomenta la interacción social, la generación de ideas innovadoras, genera confianza y fomenta el compromiso”.
Por supuesto, todo trabajo exige perseverancia para de ser constante y coherente con los objetivos trazados (eso fomenta la disciplina pero también la resiliencia).
“Hay una fuerte tendencia por volver a aquellas capacidades que se dan por sentadas pero que por la virtualidad han dejado de desarrollarse y que son fundamentales para construir equipos que puedan atender el dinamismo y la velocidad de un mercado diverso”, concluye el informe.
Hay que tener en cuenta que los nuevos métodos de trabajo -tele trabajo, sobre todo- han impactado en las relaciones laborales y los procedimientos y los líderes deben acusar recibo de esa nueva realidad.