Este lunes el Servicio Metereológico Nacional (SMN) de Argentina, informó las temperaturas máximas en los primeros 10 días del mes subieron entre 8 y 10 grados centígrados (°C), por encima del registro habitual.
Buenos Aires, la capital argentina, registró temperaturas por encima de los 30 °C en todo el mes de febrero.
Otras regiones del país tuvieron las temperaturas más altas registradas en los últimos 63 años.
Aunado a esto, se esperan fuertes lluvias en la capital y la provincia bonaerense y la SNM pronostica temperaturas entre los 27 y 33 °C, mientras se mantiene la alerta roja en la región.
En algunas provincias del país se suspendieron las clases para no poner en riesgo la salud de los niños y niñas.
«No es normal tener olas de calor en marzo, esta última fue muy larga, en la ciudad de Buenos Aires se prolongó por siete días», señaló Cindy Fernández, especialista del SMN.
Este fenómeno se atribuye al impacto del cambio climático, según un análisis de World Weather Attibution.
El análisis determinó que se puede esperar un evento similar aproximadamente una vez cada 20 años, con un 5% de posibilidades de ocurrir cada año.
Sin embargo, sin los efectos de las emisiones de gases de efecto invernadero, esta «ola de calor» sería un evento extremadamente innusual.
Este fenómeno es una preocupación global
De hecho, científicos y diplomáticos de casi 200 países se reunirán esta semana en Suiza para aprobar el informe de síntesis del Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático de Naciones Unidas.
Este informe resumirá los hallazgos en los últimos siete años y dará los lineamientos a los gobiernos para mitigar el impacto de los efectos negativos del cambio climático.
