El presidente colombiano Gustavo Petro suspendió el domingo el cese al fuego bilateral con el Clan del Golfo, considerado el cártel de drogas más peligroso del país, y ordenó reactivar las operaciones militares en su contra.
La tregua bilateral inició el 1 de enero y se tenía previsto que se extendiera hasta el 30 de junio de este año como un gesto de voluntad hacia el grupo armado a fin de adelantar acercamientos rumbo a un sometimiento a la justicia.
“No permitiremos que sigan sembrando zozobra y terror en las comunidades”, aseguró Petro en un mensaje de Twitter.
El Clan del Golfo, que además del narcotráfico está involucrado en la minería ilegal, ha sido señalado por el gobierno de presionar a cientos de mineros informales que sostienen una protesta desde el 2 de marzo en el noroeste de Colombia para exigir garantías laborales y el cese de las acciones de la fuerza pública en la destrucción de maquinaria utilizada en la minería ilegal.
La protesta ha derivado en algunos actos de violencia, incluido el incendiar dos ambulancias y un peaje vial, así como el bloqueo de vías que ha provocado un desabasto de alimentos y medicamentos en más de 12 poblados del Bajo Cauca y el noreste de Antioquia.
Petro advirtió en un programa gubernamental que el Clan del Golfo no “fue capaz de dar el paso hacia un sometimiento colectivo a la justicia” porque “parece privilegiar más sus negocios” ilícitos, por lo que por el momento no ve posibilidad de negociación hasta que no se evidencie “voluntad política”.
AP.-