El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben-Gvir, acordaron aplazar hasta el mes de mayo la polémica reforma judicial en medio de las mayores protestas de la historia del país de Medio Oriente.
A través de un comunicado el partido de extrema derecha Poder Judío indicó que la propuesta de la reforma judicial será impulsada en la próxima sesión del Parlamento israelí, a través de un diálogo productivo.
«Acepté eliminar el veto para rechazar la legislación a cambio de un compromiso del primer ministro Benjamín Netanyahu de que la legislación se presentaría a la Kneset para su aprobación en la próxima sesión», afirmó Gvir en un comunicado.
Según medios israelíes, el titular de Seguridad Nacional cedió a retrasar la reforma judicial con la condición de que apruebe la creación de una Guardia Nacional que estará adscrita al ente que lidera.
La nación hebrea experimenta desde hace tres semanas intensas protestas antigubernamentales desde que el primer ministro anunciara en enero, a tan solo seis días después de asumir el poder, sus intenciones de una reforma judicial.
Las protestas aumentaron el pasado fin de semana, luego de la destitución del ministro de Defensa, Yoav Gallant, por su oposición a la reforma prevista, esto generó una de las mayores protestas con un récord de 650.000 asistentes en la noche de este domingo, según informaron varios medios de comunicación.
Especialistas del tema aseguraron que esta reforma busca socavar la independencia de la Justicia, aumentando el control gubernamental sobre la misma.
Uno de los puntos más polémicos es la «cláusula de anulación», por la que una mayoría parlamentaria podría revertir fallos del Tribunal Supremo de Justicia. Los expertos del tema alertan que, de aprobarse esta iniciativa de Netanyahu, el gobierno tendría un control casi total de la elección de los jueces.
Partidos de oposición resaltan que la propuesta impulsada por el primer ministro es una amenaza para la democracia israelí, ya que viola la separación de poderes.
Incluso, el jefe de Estado israelí, Isaac Herzog, instó al gobierno a detener la reforma judicial.
Mientras tanto, el sindicato más grande de Israel convocó una huelga general para este lunes, que se puede extender por varios días en las principales ciudades del país.
Anteriormente los Estados Unidos, la Unión Europea (UE) y otras organizaciones habían manifestado su preocupación por la reforma impulsada por el primer ministro israelí, sin embargo, desde la oficina de Netanyahu respondieron que estas son decisiones soberanas en la que no deben inmiscuirse otras naciones.