A través de una sonda robótica se pudo percibir imágenes en el interior de uno de los tres reactores fusionados de la central nuclear japonesa de Fukushima; las mismas muestran barras de acero expuestas y la ausencia de algunas partes de su grueso muro exterior de concreto, lo que causa preocupación acerca de su resistencia.
Cabe destacar, que esta planta nuclear cuenta con un conjunto de seis reactores de agua en ebullición, lo que enciende las alarmas ante una posible futura tragedia.
La sonda robótica pudo acceder al interior del pedestal de la Unidad 1, y desde allí se pudieron capturar imágenes nunca vistas desde que un potente terremoto y un tsumani posterior paralizaron la planta hace 12 años.
Para los expertos el nuevo hallazgo se traduce como una alerta ya que en el interior del pedestal es más probable encontrar restos de combustible fundido.
Asímismo, una toma audiovisual pudo mostrar que el muro exterior de concreto de 120 centímetros de espesor del pedestal presentaba daños significativos cerca de su base, exponiendo el refuerzo interior de acero.
Keisuke Matsuo, vocero de TEPCO, informó que la empresa tiene previsto seguir con las investigaciones y análisis de datos durante un período no mayor a dos meses; el objetivo es averiguar si se puede mejorar al resistencia del reactor a los terremotos.
Los tres reactores tienen alrededor de 880 toneladas de combustible nuclear fundido altamente radioactivo. Las sondas robóticas han proporcionado alguna información, pero el estado de los restos fundidos sigue siendo un dato desconocido.
Según reseña de EFE, la empresa TEPCO planea utilizar los datos para crear un mapa tridimensional del combustible fundido y los detalles de los escombros, lo que llevaría alrededor de un año.
Esta central nuclear en marzo del 2011 fue gravemente afectada por un terremoto y tsunami , que provocó el accidente nuclear de Fukushima I, llegando al nivel de gravedad 7 en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares para los reactores 1, 2 y 3, el máximo en la escala INE y el mismo nivel que alcanzó el accidente de Chernóbil de 1986.