Este viernes, el presidente francés, Emmanuel Macron, finalizó su viaje a China tras una reunión con su homólogo, Xi Jinping.
Durante la reunión informal, en la que ambos mandatarios se veían muy cercanos, sin corbatas y tomando té, se mantuvo vivo el tema de la prolongación del conflicto entre Rusia y Ucrania, el cual acordaron era ‘’perjudicial para todas las partes’’.
«Un alto al fuego pronto es beneficioso para todo el mundo. Una solución política es el único camino”, señaló el líder del gigante asiático.
Por su parte, Macron, quien describió su viaje como «muy exitoso’’, aseguró que su país también cree que la única solución es por la vía política.
En una declaración conjunta, ambos mandatarios manifestaron la oposición a «cualquier acción que agrave los riesgos’’ y «a los ataques armados contra centrales nucleares y otras instalaciones’’.
Para ello, ambas potencias mundiales apoyaron al Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), la cual busca garantizar la seguridad de la central de Zaporiyia.
Acompañado de la presidente de la Comisión Europea, Ursula Von Der Leyen, Macron le reiteró a su homólogo el apoyo mutuo que estos tienen para «hacer que Rusia entre en razón y llevar a todas las partes a la mesa de negociaciones’’.
«La agresión de Rusia ha puesto fin a décadas de paz en Europa. Confiamos en que Pekín ayude a establecer negociaciones de una paz duradera que respete las fronteras internacionalmente reconocidas y evite cualquier forma de escalada’’, defendió el mandatario francés.
Además de la guerra en Ucrania, Macron compartió con Xi Jinping su deseo de luchar juntos contra el cambio climático y el trabajo en torno a la biodiversidad, seguridad alimentaria y asociaciones financieras.