El Consejo Constitucional de Francia aprobó la reforma del sistema de pensiones, y tras la decisión, el rechazo por parte del pueblo ha sido contundente con tendencia a futuras manifestaciones y protestas.
La reforma contempla un cambio notorio en el sistema de pensiones que eleva la edad de jubilación de 62 a 64 años.
Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, puede promulgar la ley en un plazo de 15 días.
Macron ha hecho un llamado a los sindicatos, que ya informaron el jueves que tienen la intención de continuar la lucha en contra de la medida, haciendo caso omiso al llamado del Jefe de Estado.
Marine Le Pen, líder del movimiento de extrema derecha Agrupación Nacional, afirmó que el destino político de la reforma de las pensiones no está sellado e hizo un llamado a unir fuerzas y seguir presionando.
En contraparte, el Gobierno aseguró que la reforma equilibrará el sistema de pensiones en 2030.
Tras el anuncio, miles de manifestantes se reúnen en París para exigir la derogación de la medida.
El presidente Macron aún no se ha pronunciado sobre las protestas y las movilizaciones. Cuerpos de seguridad se mantienen en las calles y se enfrentan ante las formas de violencia e indignación del pueblo francés.
