El Parlamento Europeo aprobó un conjunto de normas integrales para regular y poner en orden el mercado de criptomonedas, generar protección a inversionistas y lograr transparencia en las transferencias. La regulación se denomina «Mica».
Con esto, el Parlamento desea garantizar la trazabilidad de las transferencias para detectar mejor las actividades sospechosas y sobretodo determinar casos referentes al lavado de dinero.
Por su parte, los denominados CASP ( proveedores de servicios de criptoactivos), deberán asumir estrategias para la protección de las billeteras electrónicas y ser responsables si se pierden algunos activos.
Otra norma señala que los CASP tendrán que dar a conocer de manera pública su consumo de energía, ya que la Unión Europea busca reducir la huella de carbono en el proceso de minería con criptomonedas.
A pesar que las transacciones con criptomonedas ofrecen una mayor transparencia y libertad en comparación con las infraestructuras financieras tradicionales, existirá bajo esta nueva regulación una mayor supervisión de los movimientos de criptoactivos.
Cabe destacar, que este mercado trae consigo muchos riesgos tecnológicos, cibernéticos y de fraude debido a la falta de regulación, al anonimato del mundo digital y a la falta de conocimientos suficientes por parte de la mayoría de los pequeños inversores.
En la actualidad, las criptomonedas no tienen la consideración de medio de pago, no cuentan con el respaldo de un banco central u otras autoridades públicas y no están cubiertas por mecanismos de protección al cliente como el Fondo de Garantía de Depósitos o el Fondo de Garantía de Inversores, situación que se verá resuelta con estas nuevas normas.
La nueva regulación iniciará oficialmente a partir de julio de 2024 y todos los informes deben ser aprobados por el Consejo Europeo antes de entrar en vigencia.