China volvió a postularse como mediador en Ucrania y Rusia tras la conversación telefónica entre el presidente chino, Xi Jinping, y su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski.
Cabe destacar que Ucrania esperaba la conversación con el líder asiático desde hace más de un año, particularmente desde la visita de Xi en marzo a Rusia, donde presentó a Vladímir Putin su plan de paz.
Paralelamente, también Europa ha pedido a Pekín que, dadas sus buenas relaciones con Moscú, use esa influencia para detener el conflicto.
China se opone a las sanciones contra Moscú y respeta sus «legítimas preocupaciones de seguridad», aunque también conservar «la integridad territorial de los países», incluido Ucrania. Esta postura ambivalente es criticada porque pone en el mismo plano al agresor y al agredido.
Analistas consideran que la gestión de Pekín puede tener éxito y le servirá “para convertirse en una potencia diplomática global”.
«China, como miembro permanente del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y como gran potencia responsable, desea promover una solución política», publicó hoy el diario Global Times.
«Incluso la Casa Blanca acogió la llamada con beneplácito. Esto acentúa el valor especial que tienen los esfuerzos de China en una situación tan compleja y cambiante como ésta», agrega el medio.
Hay que recordar que la llamada entre los dos líderes, en la que Xi defendió de nuevo una solución pacífica como la «única salida», dio como fruto el nombramiento casi inmediato de un nuevo embajador de Ucrania en China, al tiempo que Pekín ha designado a un mediador para mantener conversaciones «con todas las partes».
