Fréderic Péchier manipulaba las bolsas de anestesia de sus compañeros de trabajo cuando había una operación en el ala médica en la que trabajaba.
Inyectaba potasio o analgésicos a la anestesia, lo que causaba un cóctel que hacía que el paciente sufriera un paro cardíaco, y como si de un héroe se tratase, Péchier creaba la emergencia y luego la solucionaba; salvaba a los individuos y quedaba como ídolo.
Presuntamente, el anestesiólogo utilizó este modus operando por al menos nueve años con más de 30 paciente. Sin embargo, se le fue de las manos cuando 12 de éstos no sobrevivieron, por lo que sus compañeros comenzaron a sospechar.
Conocido como ‘’el anestesista de Besançon’’, el francés está acusado de manipular las bolsas de anestesia de decenas de pacientes para provocar situaciones de emergencia y ‘’demostrar luego sus habilidades como reanimador’’.
Ahora, un juzgado dictaminó que Péchier podría volver a ejercer en la medicina, y aunque lo hará de una manera limitada y condicionada, esto no tiene contento al Consejo de la Orden de Médicos, quienes se han desentendido de la situación.
El director de procurador de Besançon, Étienne Manteaux, reveló que Péchier era ‘’el denominador común de los hechos adversos graves en el quirófano’’. De acuerdo al francés, el anestesiólogo se encontraba siempre en las cercanías del quirófano y hacía diagnósticos pobres con respecto a los pacientes.
A la espera de que la investigación en su contra continúe, Péchier fue autorizado como asesor médico, por lo que tiene permitido dar consejos médicos por teléfono sin tener contacto físico con los pacientes.
Péchier niega todas las acusaciones en su contra, pero si es declarado culpable, se arriesga a una condena de por vida.