Tras la destitución del ex presidente de Perú, Pedro Castillo, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) presume que en los actos posteriores hubo masacre y ejecuciones extrajudiciales.
La Comisión asegura que en las protestas posteriores a la sucesión presidencial de Dina Boluarte hubo 57 muertes.
Fueron “hechos que, al ser perpetrados por agentes del Estado, podrían constituir ejecuciones extrajudiciales, extremos que deben ser investigados por fiscalías especializadas”, dice el documento, según el diario La Razón.
Añadió que la violencia en la localidad debe ser investigada con un enfoque étnico-racial, y consideró que la situación podría ser considerada como una masacre.
Respecto de la situación de la democracia en Perú, planteó el fortalecimiento de la confianza de la ciudadanía en el Estado “a partir de la separación e independencia práctica, real y efectiva de los poderes públicos”.
Asimismo, recomendó delimitar las figuras de acusación constitucional, vacancia presidencial por incapacidad moral permanente y disolución unilateral del Congreso. «De forma que precisen, con parámetros claros y objetivos, las conductas sancionables y sus correspondientes consecuencias”, dice el pronunciamiento.
Se refirió también a los sucesos de Juliaca, donde 17 manifestantes murieron el pasado enero en enfrentamientos con la Policía.
“En esa ciudad se habrían presentado situaciones de uso excesivo e indiscriminado de la fuerza por parte de agentes del Estado, que habrían resultado en graves violaciones de derechos humanos en contra, tanto de participantes en las protestas, como de terceras personas”, aseguró la CIDH en su informe.
Finalmene, en el escrito, la CIDH pidió al Gobierno de Dina Boluarte que investigue estos casos de uso excesivo de la fuerza y haga lo posible por reparar a las víctimas.
El organismo detalló una serie de acciones que, a su entender, deberían tomar las autoridades para superar la crisis en el país, siendo la primera el diálogo con las partes afectadas, y en especial con los grupos indígenas, que reclaman una mayor participación política.