Una investigación publicada en la revista Nature Communications advierte sobre los episodios de calor extremo sin precedentes y su efecto negativo en algunas regiones del mundo, como Afganistán, Papúa Nueva Guinea y América Central.
El estudio realizado por la Universidad de Bristol y publicado por la prestigiosa revista, concluye que estas regiones están menos preparadas para afrontar los efectos de las actuales temperaturas que, sumado a la vulnerabilidad socioeconómica, podría provocar un efecto boomerang.
El documento resalta que la mayoría de estas naciones no suele establecer medidas para mitigar los efectos de las temperaturas hasta que no se vean afectadas por uno de estos eventos extremos.
Estas acciones los hacen más susceptibles a posibles eventos en el futuro.
Usando estadísticas de valores extremos, los investigadores de la Universidad de Bristol mostraron dónde es estadísticamente probable que se excedan los registros regionales de temperatura y, por lo tanto, las comunidades podrían estar en mayor riesgo de una ola de calor récord.
Estos casos podrían presentarse más rápido en Afganistán y algunos países de Centroamérica. “Instamos a los responsables políticos en regiones vulnerables a considerar si los planes de acción contra el calor son suficientes para lo que podría venir”, subrayan los firmantes del estudio.
Los países que integran el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA), conformados por Guatemala, El Salvador, Honduras, Nicaragua, Costa Rica y Panamá padecen sequías extremas, lo que ha devastado cientos de hectáreas de cultivos y dejando a millones de personas en situación de inseguridad alimentaria.
Ante este escenario el Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas realizó una campaña para la reforestación de bosques en la mayoría de estas naciones, sin embargo, el estudio indica que el aumento de las temperaturas podría provocar un retraso en los objetivos de la ONU.
El estudio también incluye una lista de “puntos calientes” como el lejano oriente de Rusia, Beijing, Hebei y Tianjin de China y Alemania, Países Bajos y Bélgica, regiones muy pobladas en las que millones de personas se verían perjudicadas ante episodios de este tipo.
«Como las olas de calor son cada vez más frecuentes, tenemos que estar mejor preparados. Algunas de estas regiones tienen poblaciones en rápido crecimiento, otras son países en vías de desarrollo y otras ya son muy calurosas. Tenemos que preguntarnos si los planes de acción contra el calor para estas zonas son suficientes», alertó Vikki Thompson, autora principal del estudio.
Thompson instó a los gobiernos y a la sociedad en general a estar preparada para los extremos climáticos ya que estos fenómenos pueden ocurrir en cualquier parte si no se toman las medidas para frenar el calentamiento global.