El Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la Organización de Naciones Unidas (ONU) advirtió este fin de semana que por falta de fondos, comenzará a reducir la ayuda alimentaria que entrega a por lo menos 200.000 palestinos y palestinas. Esto representa el 60% de la carga actual de casos.
A juicio de Same Abdeljaber, director del PMA en Palestina, los intentos del organismo para rendir los recursos económicos – en la actualidad- no son sufrientes y debido a esto dejarían de otorgar las ayudas alimentarias de forma parcial.
De no replantearse una nueva partida presupuestaria, en el mes de agosto se suspenderá por completo toda la asistencia alimentaria para los habitantes de Cisjordania y de la franja de Gaza.
“El PMA entiende las implicaciones de esta decisión inevitable y dura para cientos de miles de personas que también dependen de la asistencia alimentaria para cubrir sus necesidades más básicas”, puntualizó Abdeljaber, en conversación con la agencia Reuters.
Según la agencia de la ONU, las familias más afectadas se encuentran en Gaza, donde la inseguridad alimentaria y la pobreza son extremadamente altas, así como en Cisjordania.
Desde el 2007, Gaza es gobernada por el grupo islamista Hamas y estimaciones del máximo organismo internacional indican que al menos 2.3 millones de personas habitan en esa región, de las cuales 45% está desempleada y 80% depende de la ayuda humanitaria internacional.
Esta crisis en la región se suma a que Israel junto con Egipto lideraron un bloqueo a los habitantes de Gaza, con restricciones al movimiento de personas y bienes esenciales.
Al conocerse la noticia, decenas de manifestantes se congregaron frente a las oficinas del PMA en la ciudad de Gaza solicitando al organismo que no suspenda la ayuda que pone en peligro a cientos de familias.
«El vale es vida, el mensaje que nos enviaron equivale a la muerte, ya que no hay otra fuente de ingresos», afirmó Faraj Masri, padre de dos hijos.
