El gobernador de Florida, Estados Unidos, Ron DeSantis firmó y aprobó la ley SB1718 que contiene nuevas medidas para dificultar el establecimiento de migrantes sin papeles en el país y evitar que hagan vida en su estado.
DeSantis explicó que a partir de ahora, los inmigrantes tendrán más problemas para poder tramitar su legalidad en su país. La nueva norma impide que se emitan tarjetas de documentación a personas indocumentadas, aumenta las penas por delitos relacionados con la trata de personas y refuerza la base de datos federal para comprobar el estatus de los migrantes, entre otros.
El gobernador afirmó que tomó la decisión debido al “problema masivo que hay en la frontera con México”.
Esta nueva ley consta de 43 páginas y explica de forma muy detallada que todas las personas que se encuentren en una situación legal “dudosa” tendrán problemas en Florida ya que el estado les pondrá muchos desafíos hasta para adquirir una vivienda.
DeSantis fue muy enfático y culpó al presidente Joe Biden en el tema de la migración, porque afirmó es un problema desde el día uno y que el jefe de Estado no supo controlar.
Entre las nuevas normas está que los hospitales están autorizados para recopilar información sobre la condición migratoria de los pacientes y que de tener pruebas de algún “ilegal” deberán informar de inmediato a las autoridades del estado.
Además, señaló que las empresas ya saben que tienen prohibido darle trabajo a una persona indocumentada aunque está al tanto que sigue ocurriendo, por lo que endureció más las normas sumando requisitos en el sistema E-Verify, un mecanismo en línea que le permite a los empleadores confirmar si sus empleados tienen el permiso legal de laborar en el país.
Otra norma impuesta por el gobernador es que está prohibido transportar personas a Florida sin que éstas cuenten con el permiso migratorio. En caso de no cumplir, la condena será de hasta 15 años en prisión.
El gobernador explicó que, de estas normas, quedan exentas las matrículas educativas de estudiantes indocumentados.