Este lunes debe concluir el proceso de juzgar a 250 personas que participaron en los actos golpistas en el Palacio de Planalto, el Congreso Nacional y la Corte Suprema de Brasil en enero de este año.
Se presume que la decisión será que la Corte mantenga la línea de los resultados en las audiencias anteriores y falle a favor de mantener en prisión a 800 denunciados por estos hechos.
Es de recordar que desde el 24 de abril al 7 de mayo fueron acusados por el Supremo Tribunal Federal 550 bolsonaristas, vinculados a la intentona golpista de enero pasado en Brasilia.
Con el voto favorable del ministro Alexandre de Moraes, el STF inició el juicio del cuarto bloque de partidarios radicales del expresidente Jair Bolsonaro, imputados por acciones terroristas en ese intento de golpe de Estado, refiere Telesur.
La primera lista de acusado contiene 100 nombres convertidos en reos, y se llevó a cabo el 24 de abril último; la segunda, con 200, el 2 de mayo, y la tercera, con 250, el día 7.
Son más de 1.000 responsables
La Procuraduría General de la República (PGR) denunció a 1.390 involucrados en virtud de las investigaciones por esos actos antidemocráticos: de ese cálculo 239 en el núcleo de los ejecutores, 1.150 en el de incitadores y una persona se indaga ante posible omisión de agentes públicos.
La primera ronda con 39 inculpados por la PGR fue presentada al STF el 16 de enero último. El avance de las pesquisas ha llegado al círculo cercano y a asesores de Bolsonaro, quienes ya fueron detenidos, entre ellos, el exministro de Justicia y exsecretario de Seguridad Pública del Distrito Federal, Anderson Torres.
De ahí que el cerco se cierra contra el exmandatario brasileño Jair Bolsonaro, quien huyó a Estados Unidos (EEUU) el pasado 30 de diciembre, aún en el ejercicio del cargo, refiere Telesur.
Los hechos en los que se llevó a cabo el intento de golpe de Estado ocurrieron el 8 de enero a solo siete días de que el presidente Lula da Silva asumiera la presidencia de Brasil.
Un grupo de bolsonaristas, seguidores del expresidente brasileño Jair Bolsonaro, invadieron el Palacio de Planalto, el Congreso Nacional y la Corte Suprema, en un acoso contra los tres poderes del corazón de la democracia más grande de América Latina.