Los principales líderes de las siete economías del mundo se reunirán desde este viernes en una nueva Cumbre del G7 en Hiroshima, Japón, cuyo tema central se centrará en el conflicto bélico Rusia-Ucrania.
En este punto participará como invitado especial el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, que impulsa desde el comienzo de su gestión, un grupo para lograr la paz en el extenso país de Europa Oriental.
Durante la cumbre del G7, que se desarrollará hasta el 21 de mayo, también se abordarán otros temas de interés estratégico como la economía global, el cambio climático, la seguridad alimentaria, el desarme nuclear y el impacto de la inteligencia artificial (IA) sobre los puestos de trabajo.
Durante un encuentro con los medios, el primer ministro japonés, Fumio Kishida, aseguró que este grupo emitirá un comunicado en conjunto donde se exprese su solidaridad con Ucrania, además de lamentar que este conflicto será “prolongado”.
«A medida que la comunidad internacional se enfrenta a un punto de inflexión, creo que no hay mejor lugar en el que tener esta conversación que no sea Hiroshima», agregó el alto funcionario japonés en referencia a que en esa ciudad japonesa fue escenario de una explosión de una bomba atómica lanzada por Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial.
También se prevé que el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, participe en la reunión a través de una video llamada en la que reafirme el apoyo de las grandes potencias que están en la reunión: Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia, Italia, Canadá, la Unión Europea y Japón.
En esta edición del G7, además de Brasil, también participarán como países invitados India, Indonesia, Islas Cook, Comoras, Vietnam, Corea del Sur y Australia.
«Rumbo hacia el G7, diálogo sobre la paz, lucha contra el cambio climático, desarrollo y cooperación mundial», publicó a través de su cuenta Twitter el mandatario brasileño.
La influencia de China
Otros de los puntos principales a abordar durante esta cumbre, será establecer una hoja de ruta para hacer frente a las enormes inversiones en infraestructura, que realiza el gobierno chino en varios países del mundo.
«Esta idea de contener la influencia china, manteniendo el orden mundial basado en reglas en el Sur Global será una parte importante de la cumbre”, afirmó Chris Johnstone, encargado de Japón en el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales.
Este encuentro demostrará que pueden ofrecer una alternativa manteniendo el status quo.
Ya Japón ha dado pasos en este sentido al enviar a su primer ministro Fumio Kishida, y al ministro de Relaciones Exteriores, Yoshimasa Hayashi, a consolidar sus relaciones comerciales y diplomáticas en África, el sudeste asiático, América Latina y el Pacífico.
Durante su visita oficial en India, el primer ministro japonés aseguró que su país realizará inversiones por el orden de los 75.000 millones de dólares en infraestructuras en la región de Asia-Pacífico para 2030.