El presidente neogranadino Gustavo Petro informó este lunes que se suspende el cese al fuego bilateral con las disidencias de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), tras la masacre de cuatro niños indígenas en la región de Putumayo.
Según las primeras averiguaciones, este lamentable suceso fue realizado por el frente Carolina Ramírez, del Estado Mayor Central del grupo subversivo.
El mandatario aseguró que el crimen en contra de los menores era atroz y por tal motivo convocó a una reunión extraordinaria de seguridad para tomar acciones en el caso.
“El asesinato de 4 menores indígenas en Putumayo es un crimen atroz, una bofetada a la paz que violenta las bases del Derecho Internacional Humanitario. He convocado una reunión de seguridad extraordinaria para anunciar medidas frente a estos hechos”, afirmó Petro en su cuenta Twitter.
También la Oficina del comisionado para la Paz, Danilo Rueda, rechazó enfáticamente las acciones realizadas por el grupo del Frente Carolina Ramírez del EMC-FARC, que va en contra de los derechos humanos y que constituye un atentado a la paz.
“Nuestra solidaridad con las familias y comunidades de Luis Alberto Matías Capera, filial a la comunidad Samaritana del Resguardo Alto Predio Putumayo, quién junto a tres jóvenes también del pueblo Murui, menores de edad, que se encontraban retenidos fueron asesinados en el departamento”, informó la Oficina de Paz.
El Gobierno colombiano resaltó que el reclutamiento forzoso es considerado internacionalmente un crimen de guerra que no sólo afecta a niños y jóvenes, sino a familias y comunidades enteras.
“Desconocer el clamor del pueblo indígena y del pueblo putumayense es traicionar el propósito nacional de la paz y animar tiempos aciagos del autoritarismo. La población colombiana no tolera más sangre derramada”, se lee en la comunicación.
Minutos después, el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, aseguró que un equipo multidisciplinario conformado por la Dirección de Investigación Criminal e Interpol de la Policía Nacional y el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), se trasladarán a la zona para atender de manera expedita a las familias afectadas.
Medios colombianos informaron que la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana (Opiac), fue la primera en reportar el asesinato de estos cuatro jóvenes indígenas.
Las primeras pesquisas apuntan que los hechos comenzaron el pasado 26 de marzo cuando el frente Carolina Ramírez realizó el reclutamiento forzado de Luis Alberto Matías Capera, un joven menor de edad perteneciente a la Comunidad de Guaquira del pueblo indígena Murui.
Al no querer pertenecer al grupo subversivo, Capera, junto a otros tres menores de edad que se encontraban en la misma situación decidieron escapar hacia una zona boscosa, sin embargo, fueron ubicados y ejecutados.
