El pasado domingo el Centro Comercial Sambil abrió sus puertas en la zona de La Candelaria, con la intención de convertirse en epicentro del comercio en una de las zonas más transitadas de Caracas.
El presidente de la Cámara Venezolana de Centros Comerciales, Freddy Cohen, comentó en una entrevista para Unión Radio, que en la inauguración del Sambil había «un sentimiento por el efecto de que se mejoró la industria en el área comercial».
«En mi opinión empuja a otros empresarios, a otros sectores diferentes, agrícola, médico, industrial, turístico a dar ese granito de arena que ahora Venezuela necesita», dijo Cohen.
Este espacio había sido expropiado en 2008, y para Horacio Velutini, empresario venezolano especializado en el negocio inmobiliario, de finanzas y mercado de capitales, el hecho de que el gobierno de Nicolás Maduro haya dado continuidad a la devolución de bienes nacionalizados «es una rectificación valiosa».
A través de su cuenta en twitter, @hvelutini, el empresario indicó que el «Sambil La Candelaria, está lleno de nuevos conceptos y de nuevas ofertas de la mano de una nueva generación que no ve para atrás, sino para adelante, pero sobre todo ve la oportunidad«.
Para varios analistas esta apertura representa el fin de las pugnas entre el sector público y privado, y un nuevo aire para el estímulo de las grandes inversiones en el país; a la vez que rompe con el mito de que el gobierno venezolano no respalda la inversión privada y que no existe seguridad para los inversionistas que quieran apostar por la nación suramericana.
«El milagro venezolano»
Entre 2014 y 2020, el país vivió una de las contracciones más agudas al perder 75,5% de su PIB producto de las sanciones económicas y el embargo a la industria petrolera, que mermó la entrada de ingresos a las arcas de la nación.
Sin embargo, la estabilización y repunte de la economía despertó el optimismo para generar confianza y apalancar nuevas inversiones del sector privado en el país.
En el año 2022 Venezuela tuvo un crecimiento por encima del 15% del PIB, el mayor crecimiento de America Latina y el Caribe. De hecho, el Fondo Monetario Internacional proyectó el crecimiento de 6% y la Cepal del 12%.
La industria petrolera también experimentó un repunte y luego de estar en los niveles más bajos de su historia, la estatal petrolera Pdvsa, produjo para mayo de 2022 la cifra de 735.000 barriles diarios, según datos de la OPEP.
Aunado a eso, el contexto internacional coronado por la guerra entre Rusia y Ucrania, abrió una puerta para que Venezuela pudiera vender más petróleo.
Estos indicadores se materializaron, aguas abajo, con la apertura de grandes tiendas de ropa, la reanudación de los conciertos con artistas internacionales, y la inauguración de restaurantes de alta gama.
De acuerdo a Bloomberg en 2022 se abrieron más de 200 restaurantes en la capital, la mayor cifra en al menos una década.
La simbiosis de un sector privado con mayor independencia y un gobierno cada vez más pragmático, parece ser la formula del llamado «milagro venezolano».
