La presidenta de Perú, Dina Boluarte, autorizó el ingreso a su país de tropas de EEUU para «realizar actividades de cooperación de entrenamiento con las Fuerzas Armadas», como parte de un acuerdo que se hará efectivo entre el 1 de junio y el 31 de diciembre.
La resolución legislativa precisó que harán «distintas actividades de cooperación de entrenamiento con las Fuerzas Armadas asociadas con el Ejercicio Militar Internacional Resolute Sentinel 2023».
Desde que se hizo el anuncio, la oposición al partido de gobierno –sobre todo la bancada del partido izquierdista Perú Libre en el Congreso de la República- ha manifestado su rechazo a la entrada de militares extranjeros armados.
«La intromisión extranjera no es posible en un Estado soberano, pero es natural en una neocolonia«, deploró el líder de Perú Libre, Vladimir Cerrón, quien acusó al gobierno de «poner en riesgo la soberanía nacional y seguridad interna del Perú».
Ejercicios militares
Hay que recordar que de junio a agosto ingresarán a la nación peruana -con armas de guerra- integrantes de las fuerzas especiales, de la Fuerza Aérea (USAF, por su sigla en inglés) y de la Fuerza Espacial (USSF) de EEUU.
Lima, Callao, Loreto, San Martín, Santa Lucía, Huánuco, Ucayali, Pasco, Junín, Huancavelica, Cusco, Ayacucho, Iquitos, Pucusana y Apurímac son los lugares donde se realizará la inducción de los miembros del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas del Perú, así como la Fuerza Aérea y la Marina de Guerra, entre otros.
El decreto puntualiza que «el ingreso del personal militar extranjero será en distintas fechas, pero en ningún caso excederá de la fecha límite del 29 de agosto de 2023”.
