Una mujer en Escocia es conocida como una mutante debido a que no siente dolor, estrés ni miedo. Muchos creen que se trata de una especie de mito, sin embargo, su condición fue estudiada científicamente.
Jo Cameron es la única persona conocida en el mundo que tiene dos mutaciones genéticas que provocan que casi no sienta dolor, asegura un grupo de expertos tardó 10 años en descubrir cómo funcionan sus diferencias genéticas.
Todo comenzó en 2013, luego de una operación en una de sus manos, cuando tenía 65 años, refiere BBC.
«Tuve una operación de artritis en la mano y estaba hablando con el anestesista, y me dijo que sería una operación muy, muy dolorosa y que después tendría mucho dolor», contó la mujer a la BBC.
«Le dije: ‘No será así, no siento dolor’ (..) Después de la operación, vino a verme y me dijo: ‘No has tomado nada para el dolor. Esto es muy inusual´».
En ese momento el anestesista vio que no sentía nada y la remitió a genetistas del dolor del University College de Londres (UCL) y de la Universidad de Oxford. El equipo recolectó muestras de tejido y sangre para observar su ADN.
Después de seis años de investigación, revelaron que las mutaciones en el gen FAAH-OUT, que era previamente desconocido, hicieron que Cameron, que vive cerca del lago Ness, en Escocia, no sintiera dolor, estrés ni miedo.
Un caso muy particular
El gen FAAH-OUT es miembro de un grupo de genes que durante mucho tiempo se han considerado como «ADN basura». Sin embargo, los científicos ahora están aprendiendo su importancia en procesos como la fertilidad, el envejecimiento y las enfermedades.
En el caso particular de esta mujer, los investigadores identificaron qué genes están relacionados con la falta de sensación de dolor, ayudan a evitar los sentimientos de ansiedad y depresión, y cuáles hacen a Jo a sanar más rápido.
Gracias a su caso se descubrió que este gen está asociado con el dolor, el estado de ánimo y la memoria. .
«El gen FAAH de Jo también tiene una mutación, lo que significa que la enzima es menos activa. La enzima es un catalizador biológico que crea una proteína. Normalmente descompone la molécula de la «felicidad» llamada anandamida en humanos, pero no funciona correctamente para Jo», refiere BBC.
Los científicos también han descubierto que las dos mutaciones que tiene Jo van más allá de la falta de dolor, sino que también están conectadas con sus procesos de curación.
El dolor es necesario
Aunque el caso de Jo Cameron es interesante es también contraproducente para su salud ya que el cuerpo humano necesita sentir dolor.
El dolor es esencial para protegernos de eventos dañinos y que amenazan la vida, de manera que las consecuencias de no sentirlo pueden ser graves.
«Hemos trabajado con otros pacientes que tampoco sienten dolor por tener mutaciones en otros genes, y en ocasiones han sufrido lesiones graves. Entonces, sentir dolor es algo bueno, pero a veces el dolor puede cronificarse y dejar de ser útil. «, explicó James Cox, profesor de genética del dolor humano en el UCL y también autor del estudio.
Una vida diferentes
La vida de esta escocesa ha sido diferentes a las de las demás mujeres. Desde que era pequeña notó que era diferenta a las demás niñas.
«No pensé que fuera inusual porque solo era yo», dice ella. «Tengo hijos, tengo un esposo de muchos años y simplemente pensaron que tenía un umbral de dolor enorme».
Las mutaciones genéticas de Jo también hacen que procese los sentimientos de molestia mucho más rápido.
«Siento las mismas emociones que cualquier otra persona cuando suceden cosas desagradables, reacciono instantáneamente como lo haría cualquier otra persona», dijo.