Las autoridades locales informaron que alrededor de 10.000 residentes de la provincia de Albay, en el noreste de Filipinas, han abandonado sus hogares debido al creciente riesgo de erupción del volcán Mayón.
Estas personas viven a menos de seis kilómetros del volcán, y aproximadamente la mitad de los 20.000 residentes en esta área han decidido dejar sus casas, según un oficial de la ciudad de Daraga, cercana al Mayón.
Algunos residentes se mostraron reticentes a abandonar sus hogares debido al temor de posibles robos de sus pertenencias y ganado.
La agencia sismológica de Filipinas ha alertado sobre la caída constante de rocas volcánicas, el aumento de la actividad sísmica y la emisión de dióxido de sulfuro en el área del volcán Mayón. Aunque las evacuaciones no han sido obligatorias, la agencia recomienda alejarse debido al alto riesgo de erupción volcánica.
El volcán Taal, ubicado al oeste de la misma isla de Luzón, también ha estado emitiendo gases tóxicos, lo que ha provocado un aumento en los problemas respiratorios de las personas que viven en las aldeas cercanas.
Según Phivolcs, la actividad sísmica ha seguido aumentando en las últimas 24 horas, lo que mantiene en alerta a las autoridades debido a la proximidad de Manila.
Por otro lado, las autoridades aeroportuarias filipinas han prohibido recientemente que los aviones sobrevuelen un radio de 3.048 kilómetros alrededor de los volcanes Mayón y Taal.
En los años 2020 y 2018, las erupciones anteriores del volcán Taal y Mayón obligaron a la evacuación de decenas de miles de personas y mantuvieron en alerta a los residentes de Manila y Legazpi durante varios días.