Este domingo, el expresidente de Estados Unidos (EEUU), Donald Trump, reconoció que las acciones que emprendió desde su gobierno, representadas en sanciones contra el Gobierno venezolano y todo el país, tenían como único objetivo apoderarse del petróleo venezolano.
En una rueda de prensa en Carolina del Norte, lamentó que la administración de su adversario, Joe Biden, ahora permita la compra de petróleo venezolano.
«¿Qué les parece que estemos comprando petróleo a Venezuela? Al irme, Venezuela estaba a punto de colapsar ¡Nos habríamos hecho de ella! ¡Hubiéramos tomado todo su petróleo! ¡Hubiera sido justo al lado! Pero ahora compramos petróleo a Venezuela», dijo el ahora aspirante a repetir como presidente de su país y quien enfrenta varios juicios por su conducta nada ejemplar.
Con esta declaración Trump dejó en evidencia su desacuerdo con el cambio de las políticas de presión contra Venezuela generada bajo la administración de Biden, después de dos años de medidas sancionatorias tomadas por el líder republicano.
Durante su posición como presidente de EEUU, Trump apoyó el proyecto del interinato promovido por la oposición venezolana, otorgándole a Juan Guaidó reconocimiento como presidente constitucional de Venezuela.
Con la llegada de Biden al poder se le otorgó a la petrolera estadounidense Chevron una licencia que permite importar a EEUU petróleo venezolano.
Aunque el magnate lamentó que en su Gobierno no hubiese acceso al petróleo venezolano, desestimó la importancia del crudo criollo, porque a su juicio es «basura» difícil de procesar.
«¿Saben qué? Su petróleo es basura. Es horrible, lo peor que puedes conseguir. Es como alquitrán y para refinarlo se necesitan plantas especiales», afirmó.
Tras las declaraciones de Trump, el canciller venezolano, Iván Gil, y el embajador de Venezuela ante al ONU, Samuel Moncada, se pronunciaron en rechazo.
Este pronunciamiento es el primero que realiza Donald Trump tras la nueva acusación que pesa en su contra por un delito federal, debido al manejo de archivos clasificados de la Casa Blanca. Ya sobre el exmandatario de 76 años, pesaban 34 acusaciones por parte de la Fiscalía de Nueva de York.