La OTAN inauguró un nuevo centro para proteger ductos y cables submarinos tras el ataque -aún sin resolver formalmente- a los gasoductos Nord Stream y ante la preocupación de que Rusia “esté mapeando infraestructura occidental vital” para energía e internet en aguas de toda Europa.
“La amenaza se está desarrollando”, dijo el teniente general Hans-Werner Wiermann, que encabeza un equipo especial, después que los ministros de Defensa de la OTAN dieron luz verde al nuevo centro, ubicado en Northwood, al noroeste de Londres.
“Los barcos rusos han mapeado activamente nuestra infraestructura submarina crítica. Existe una gran preocupación de que Rusia pueda atacar cables submarinos y otras infraestructuras cruciales en un intento por alterar la vida occidental”, afirmó a los periodistas en la sede de la OTAN en Bruselas.
Cabe destacar que los ataques a los gasoductos Nord Stream 1 y Nord Stream 2, que fueron construidos para transportar gas natural ruso a Alemania, aún están siendo investigados. No se ha atribuido ninguna responsabilidad oficialmente, pero la OTAN ha aumentado su presencia en los mares Báltico y del Norte desde entonces, con decenas de barcos apoyados por aviones de patrulla marítima y equipos submarinos como drones.
Cerca de 8.000 kilómetros de oleoductos y gasoductos atraviesan sólo el Mar del Norte, y los sistemas y redes son imposibles de vigilar las 24 horas del día, los siete días de la semana. Cada año se registran alrededor de 100 incidentes de corte de cables en todo el mundo y suele ser difícil saber si se trata de actos deliberados.
“No hay forma de que podamos tener presencia de la OTAN a lo largo de estos miles de kilómetros de infraestructura submarina”, dijo el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, a los periodistas después de presidir la reunión.
“Pero podemos ser mejores en recolectar… inteligencia, compartir información, conectar los puntos, porque también en el sector privado hay mucha información” sobre movimientos de barcos y vigilancia marítima, agregó.