El próximo 27 de junio se abrirán al público los apartamentos privados de Antonieta con motivo de la celebración del 400º aniversario del Palacio de Versalles.
La consorte del rey Luis XVI es recordada por su influencia sobre el monarca y el desprecio por las demandas de sus súbditos, que marcaron su triste final en la guillotina en uno de los hechos más representativos de la revolución francesa.
En la Francia del siglo XVIII, en medio de una época de carestía, Maria Antonieta mandó a ampliar y transformar las habitaciones privadas que había heredado en el Palacio de Versalles.
Actualmente las restauraciones fueron hechas con gran lujo, desde los tejidos, hasta los muebles, en los que vivió su atormentado reinado.
En las habitaciones de la izquierda del palacio estaban las habitaciones de la reina, sus hijos, las cortesanas y de un presunto amante que albergó en sus aposentos en medio de su crisis matrimonial.
«La restauración de todos estos espacios proporciona una nueva comprensión de la historia con esa paradoja entre vida pública y vida privada, etiqueta e intimidad, un condensado de historia extraordinaria en apenas unos metros cuadrados» señaló a la agencia AFP Catherine Pégard, presidenta del palacio.
Los colores usados por los restauradores mimetizan las tonalidades originales que vistieron de lujo el suntuoso palacio; el lila con motivos dorados y las representación de una gran piña, fruta favorita de Maria Antonieta, forman parte de los trabajos.
La biblioteca privada del palacio y la sala de billar también fueron restauradas para que los visitantes puedan viajar en el tiempo e imaginar cómo la monarquía francesa llevaba su vida.
