Este miércoles la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, determinó que la Policía Militar de Orden Público (PMOP) asumirá el control de las cárceles, tras el motín que dejó 46 reclusas muertas.
La presidenta anunció la decisión tras una reunión con altos funcionarios de las Secretarías de Seguridad y Defensa, en el que se establece el control de los militares a partir del 1ro de julio durante un año.
La PMOP reclutará, capacitará y formará un mínimo de 2.000 nuevos custodios de centros penales, de acuerdo a la normativa del Instituto Nacional Penitenciario.
Por su parte, el gobierno instó al Poder Judicial reemplazar la medida de prisión preventiva a las reclusas del Centro Femenino de Adaptación Social (Cefas) que no han sido condenadas, así como a las que sufren enfermedades terminales.
Como parte de las medidas para atender la emergencia carcelaria, el gobierno emitió una orden para habilitar las Islas del Cisne, para trasladar a los cabecillas de las organizaciones criminales, considerados de alta peligrosidad.
En Diciembre del año pasado, la presidenta declaró un estado de excepción, que extenderá para atender la situación de violencia en el país centroamericano.
El pasado martes 46 reclusas murieron en un enfrentamiento entre dos bandas criminales en el Cefas, que se constituye en el suceso más violento en una cárcel de mujeres en Honduras desde 2017.
A raíz de este suceso fue destituido el entonces ministro de Seguridad, Ramón Sabillón, y fue sustituido por el director general de la Policía Nacional, Gustavo Sánchez.