Luego de que la Acrópolis de Atenas, fuera declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco hace 36 años su significado histórico ha cobrado valor. Sin embargo, la atención que le dan los turistas ahora es tal, que es considerado preocupante para su preservación.
El espacio es invadido por turistas de tal manera que llevan a algunos a reclamar medidas para frenar el flujo de visitantes.
El lugar no había sido visitado durante dos años por la pandemia de la covid-19 y una vez abierto, el número de turistas se disparó debido al inicio temprano de la temporada.
En mayo, entre 14.000 y 17.000 personas acudieron diariamente a admirar el templo del Partenón, en la cima de la Acrópolis, según el Organismo de Gestión de Recursos Arqueológicos, refiere www.rfi.fr.
Esto representa un salto de visitas de 70% con respecto a mayo de 2022, según el director del lugar Ilias Patsarouhas.
Sin embargo, según las estadísticas griegas, el año pasado ya se había registrado un aumento de 85,7% en comparación con 2021.
Desde abril, el número medio de visitantes por día alcanzó el nivel de agosto de 2022, el habitual «pico» turístico anual en Grecia, precisa.
Turismo en exceso
Aunque Grecia ha apostado por el turismo, un sector que representa casi una cuarta parte de su Producto Interno Bruto (PIB), para reactivar una economía lastrada por una década de debacle financiera.
Los expertos del sector esperan superar este año el récord de 31,3 millones de turistas registrado en 2019.
Grecia también empieza a alarmarse por los perjuicios del turismo excesivo y del inicio cada vez más temprano de la temporada alta.
Como consecuencia, los visitantes deben ser pacientes, a pesar de ya tener en mano el boleto de entrada.
Luego hacer otra cola al pie de las escaleras que conducen a los Propileos, el monumento a la entrada principal del santuario dedicado a la diosa Atenea.
A menudo los turistas allí están tan apretados que «los guardianes deben interrumpir la entrada por un cierto tiempo para que el espacio sea liberado».
¿Cuáles son las medidas?
Según la Unesco, la aglomeración está provocando el descontento entre los turistas que se apresuran a admirar «el conjunto arquitectónico y artístico más extraordinario legado por la antigua Grecia al resto del mundo».
La ONG alemana Observatorio del Patrimonio Mundial considera indispensable elaborar un «plan de gestión y un plan turístico» para la Acrópolis, según su presidente Stephan Doempke, que denuncia «un turismo excesivo desde hace muchos años» que debilita el sitio «en peligro» si no se hace nada.
En pleno confinamiento, se propuso una pasarela de hormigón para facilitar el acceso de los visitantes pero ésta recibió muchas críticas.
El ministerio de Cultura está pensando en establecer horarios de visita diferentes para grupos y turistas aislados, indica Patsarouhas.