El presidente de Bielorusia, Alexander Lukashenko, confirmó a través de su canal de Telegram que el dueño y fundador del ejercito privado ruso Wagner, Yevgeney Prigozhin, aterrizó en Bielorrusia.
“Se brindaron garantías de seguridad, como prometió ayer. Veo que Prigozhin ya estaba volando en este avión. Sí, de hecho, él está en Bielorrusia hoy”, escribió.
Ya circulaba l información no oficial de que un avión vinculado al líder de Wagner había aterrizado cerca de Minsk. El Kremlin dijo anteriormente que no sabía del paradero de Prigozhin.
Sugirió que los integrantes del Grupo Wagnerpodrían “ayudar” en su país con su experiencia como fuerza de asalto, técnicas de combate y el manejo de armas. “Es algo que no tiene precio. Esto es lo que debemos tomar de los wagneritas”, afirmó.
Durante una reunión con el ministro de Defensa bielorruso, Víctor Jrenin, señaló que ahora se conversa mucho sobre el motín pero “la gente no comprende que tenemos un enfoque práctico al respecto. No hay motivo para temerles.
Hay que recordar que el presidente bieloruso dijo el martes que había convencido a Prigozhin para poner fin a un motín (“marcha por la justicia” la llamó el militar privado) a cambio de un pasaje seguro al exilio en Bielorrusia.
Sus hombres, que encabezaron gran parte de la campaña militar de Rusia en Ucrania, también fueron indultados y se les dio la opción de unirse a Prigozhin en Bielorrusia, integrarse en las fuerzas de seguridad de Rusia o simplemente irse a casa.
No es un dato menor que los servicios de seguridad de Rusia abandonaron cualquier investigación sobre el motín armado del fin de semana.
Hoy martes, el presidente de Rusia, Vladimir Putin, realizó un discurso desde la Plaza de la Catedral del Kremlin para felicitar a los miembros de los servicios de seguridad por «evitar una guerra civil».
El ministro de Defensa, Sergei Shoigu, -a quien Prigozhin criticó airadamente varias veces y por las redes sociales- estaba entre los asistentes.