Más de 200 proyectos de ley aprobados por la Legislatura de Florida y firmados por el gobernador Ron DeSantis entraron en vigencia el pasado 01 de julio y los analistas consideran que se tratan de retrocesos en los derechos de las minorías del país.
Una de las leyes aplicará sanciones a los empleadores que sepan que tienen inmigrantes sin documentación trabajando para ellos, y la gravedad dependerá de cuántos inmigrantes indocumentados hayan sido empleados.
El proyecto de ley tiene como objetivo frenar la inmigración ilegal, pero los críticos argumentan que esto afectará la economía de Florida, especialmente los sectores de la construcción, la agricultura y la hospitalidad, explicó una nota del portal Telemundo51.
Además, los hospitales de Florida que acepten Medicaid deberán documentar si un paciente es ciudadano de los Estados Unidos o no, y si el paciente es o no es un inmigrante indocumentado.
Otra de las nuevas leyes limita los abortos a seis semanas, comúnmente conocido como el «Heartbeat Bill». Esto permitiría a las víctimas de violación, incesto o trata de personas hasta 15 semanas para recibir un aborto, pero tendrían que proporcionar pruebas de su victimización en forma de registros médicos o judiciales.
Otra de las nuevas legislaciones aprobadas en Florida, prohíbe a los maestros preguntar a los estudiantes cuáles son sus pronombres preferidos, ni se les permitirá respetar los pronombres preferidos de un estudiante si no se corresponden con el sexo biológico del estudiante.
Se prohibirá a los colegios y universidades de Florida utilizar fondos estatales y federales para iniciativas de diversidad, equidad e inclusión (DEI).
Los cursos de educación general no pueden enseñar que el racismo, el sexismo, la opresión y los privilegios sistémicos están incorporados en las instituciones de Estados Unidos, o que estos problemas se crearon para mantener la desigualdad. La política de identidad y las distorsiones de la historia también están prohibidas en el plan de estudios.
Pero no solo leyes que tienen que ver con la sexodiversidad: hay otras realmente escandalosas. La HB 1069, conocida como «Don’t Say Period», también prohíbe la enseñanza del ciclo menstrual en la educación pública antes del sexto grado.
Durante la instrucción de educación sexual, los maestros también deben enfatizar la abstinencia fuera del matrimonio y enseñar los beneficios del matrimonio heterosexual monógamo. La orientación sexual y la identidad de género no se podrán enseñar en las escuelas hasta el octavo grado.
Pero en cambio, ya no se requerirán verificaciones de antecedentes y cursos de capacitación para llevar un arma oculta en su persona o en su automóvil. Actualmente, las personas deben tomar un curso de capacitación en seguridad de armas de fuego y evaluar adecuadamente una amenaza.
A pesar de su entrada en vigor, la mayoría de estas leyes han sido objeto de protestas y la comunidades afectadas ha insistido en que iniciarán acciones legales.