La sequía que afecta a Uruguay desde hace al menos dos años impacta dramáticamente en los hogares de Montevideo. Es tal la escasez del agua en los embalses que nutren a OSE –la empresa pública encargada del abastecimiento– que el gobierno comenzó a repartir dinero para la compra de agua embotellada en la zona metropolitana.
Además, más de 500.000 personas recibirán dos litros de agua embotellada por día como parte del plan gubernamental implementado hace días.
OSE cuenta con una planta potabilizadora en Aguas Corrientes, en el departamento de Canelones, a 60 kilómetros de Montevideo. Desde allí, toma agua dulce del Río Santa Lucía Grande, que llega del norte.
Pero las fuentes de las que se nutre el Río Santa Lucía Grande tienen escasez del recurso natural –o están directamente secas–, por lo que el agua que aportan no es suficiente para abastecer al área metropolitana. En esa zona viven cerca de dos millones de personas, más de la mitad de la población uruguaya.
La planta de Aguas Corrientes en lugar de potabilizar el agua que llega desde el norte, lo hace con la que viene del sur. Esa es más cercana al Río de la Plata, en donde el recurso natural tiene más cloruro y sodio, dos elementos que no se pueden eliminar en la planta potabilizadora. Así que el agua que llega a los hogares es más salada.
Esta composición del agua llevó al gobierno a recomendar que las embarazadas y personas con enfermedades renales crónicas, insuficiencia cardíaca y cirrosis, que eviten el consumo de agua de OSE.
Por ahora, sin lluvias pronosticadas, la empresa estatal de agua corriente reparte agua con camiones cisternas en escuelas y hospitales. El gobierno quitó el IVA al agua mineral y anunció la construcción de una represa provisoria.
El presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, decretó el 19 de junio la emergencia hídrica para Montevideo y alrededores, y anunció una serie de medidas para paliar la situación. Una de ellas es la construcción de un embalse en la zona del Río San José, al oeste de la capital y un sistema de cañerías.
Lacalle Pou adelantó que el embalse estaría construido en un máximo de 30 días.
El gobierno nacional también promovió la exoneración de impuestos al agua embotellada, que estaba gravada con 22% de IVA y 10,5% del Impuesto Específico Interno (Imesi). Un bidón de 6,25 litros pasó de costar 3,44 dólares a $2,34, según sus precios sugeridos.