Aunque usted no lo crea, en EEUU, principalmente en Carolina del Norte pero también en otros cuatro estados, un cónyuge abandonado puede demandar por “desamor”, aunque en términos jurídicos se llama enajenación de afecto.
Este reclamo legal -que existe en un número limitado de estados- le permite a alguien que está o estuvo casado anteriormente demandar a un tercero por interferir con su relación marital. Sí, tal y como lo lee.
“La enajenación del afecto es un agravio, lo que significa que es una demanda civil. Si está casado y alguien interfiere con su matrimonio y hace que su cónyuge pierda el afecto por usted, podría demandar a esa tercera persona que interfirió y arruinó su relación”, explica una nota en Forbes.
“Los reclamos de enajenación de afecto generalmente se presentan después de un divorcio, pero técnicamente se pueden presentar en cualquier situación en la que un tercero cause que una relación matrimonial salga mal”, explica la nota.
A menudo, estos reclamos se presentan contra una persona que tiene una aventura con su cónyuge. De hecho, las leyes de enajenación del afecto a veces se denominan leyes “destructoras de hogares”.
Y, ojo, no solo aplica a “amantes”… también incluye suegras y suegros.
Los detalles de lo que se requiere para ganar una demanda basada en la alienación del afecto pueden variar según la ubicación pero, en términos generales, “deben demostrar que hubo un vínculo amoroso entre los cónyuges antes de que un tercero interfiriera”.
“El demandante podría mostrar notas de amor o fotos que demuestren el amor previo entre ellos y podría presentar evidencia como el hecho de que la pareja ahora está legalmente separada o divorciada o duerme en habitaciones separadas”, explica la nota.
Hay que resaltar que en 2019, un hombre de Carolina del Norte recibió 750.000 mil dólares del amante de su ex esposa después de ganar con éxito un caso por alienación de afecto. Y en un caso de Carolina del Norte de 2018, se ordenó a un acusado pagar $8.8 millones a un esposo agraviado en un caso de enajenación de afecto, y la mayor parte del dinero resultó de daños punitivos. Este veredicto se produjo después de que el acusado tuviera una relación de 16 meses con la esposa del demandante.