A pocas horas de que esté previsto que se hagan oficiales los resultados de las elecciones generales de Guatemala y tras dos semanas de incertidumbre, la presidenta del Tribunal Supremo Electoral, Irma Palencia, habló el martes en la tarde para responsabilizar a los partidos políticos perdedores de la inestabilidad que vive el país.
Los guatemaltecos llevan 16 días sin conocer oficialmente quienes se disputarán la presidencia en el balotaje del próximo 20 de agosto, después de que una serie de recursos y reclamos judiciales interrumpieran el proceso e impidieran a la autoridad electoral proclamar los resultados que se dieron a conocer el lunes después de la jornada de votación.
Según esos resultados preliminares, difundidos por el propio Tribunal Supremo Electoral (TSE), la candidata derechista y ex primera dama Sandra Torres y el aspirante de izquierdas Bernardo Arévalo irían a segunda vuelta y se disputarían la presidencia para suceder al mandatario actual, Alejandro Giammattei.
En una entrevista con The Associated Press, Palencia confirmó que la oficialización de resultados es inminente luego de que se salden los últimos requisitos que incluyen informes, consolidar datos y resolver una última decena de anulaciones, de las 345 solicitadas por los partidos. Está previsto que en las próximas horas, el tribunal electoral convoque a la prensa y haga oficial los resultados de la votación del pasado 25 de junio.
La presidenta del ente rector electoral defendió que en la madrugada posterior a la votación fueran anunciados resultados preliminares dado que estos cumplen la función de calmar la inquietud del ciudadano. Su finalidad, subrayó, “es saber esas tendencias aunque sea con resultados preliminares para la tranquilidad de la ciudadanía”.
Palencia achacó a los partidos políticos que se quedaron fuera de la segunda vuelta electoral – algunos de ellos no alcanzaron ni el 1% de los votos-, la responsabilidad del retraso que hay en conocer los resultados y el clima de zozobra y desconfianza en las instituciones electorales que se ha instalado en Guatemala en los últimos días.
“Están luchando por un puesto, que creen que tienen derecho, no hay tal cosa; son partidos pequeños que no representan nada”, dijo Palencia sobre algunos de los nueve partidos que recibieron el amparo a la Corte de Constitucionalidad. “No pensé que llegaran a tanto, a atreverse a presentarnos un amparo contra las Juntas”, recalcó la presidenta del rector electoral.
La controversia arrancó precisamente con la presentación de impugnaciones por parte de nueve partidos políticos -entre ellos el oficialismo y el de la misma Torres- por su disconformidad con el conteo de votos y con miras a que hubiera una revisión de actas e incluso un nuevo recuento voto a voto, pese a que esto no está permitido en la ley guatemalteca.
“Admitir un reconteo que no está en la ley porque es ilegal, así lo mandara cualquier órgano supremo, jurisdiccional, es ilegal. Eso estaría penetrando en un terreno de ilegalidad y allí nosotros tendríamos que pensar si se cumple una orden ilegal”, reconoció la magistrada sobre el dilema que se plantearon los integrantes del tribunal electoral sobre si finalmente se hubieran visto presionados a desobedecer una orden de recuento voto a voto dado que no está contemplada en la ley.
Sorteados varios recursos judiciales, incluida la orden de amparo de la Corte de Constitucionalidad para detener el proceso electoral, la Corte Suprema de Justicia avaló el lunes la revisión de actas que hicieron las juntas electorales con lo que allanaba el camino al tribunal electoral para hacer oficial los resultados.
La autoridad electoral ya adelantó la semana pasada que ese proceso de revisión no había implicado cambios significativos en los resultados preliminares.
Ante todo este panorama, la presidenta del TSE reconoce que el actual proceso electoral ha sido el más accidentado y difícil de Guatemala en los últimos tiempos.
Pero los cuestionamientos empezaron incluso antes del día en que más de nueve millones de guatemaltecos estaban llamados a ir a votar a las urnas. El tribunal fue duramente criticado en la fase de inscripción de candidatos por haber excluido a algunos aspirantes, como en el caso de Thelma Cabrera, la única mujer indígena que postulaba a la presidencia y cuyo binomio quedó fuera de la carrera electoral por la falta de un documento de su colega de fórmula.
“Fueron más de 3.900 candidatos que fueron excluidos de casi 49.000 que buscaban un puesto de elección”, comentó Palencia, cuestionando que solo se hable de los impedimentos que enfrentaron algunas candidaturas.
La presidenta deslindó de responsabilidad al tribunal electoral en el caso de Cabrera y la achacó al aspirante a vicepresidente que tenía impedimento legal. La exclusión de varias candidaturas fue criticada incluso por organismos internacionales.
En contraste, observadores internacionales respaldaron el proceso electoral de la jornada de votación y el posterior trabajo de conteo de las juntas.
Lo que queda pendiente, una vez que sean proclamados oficialmente los resultados y asignados los cargos, es volver a convocar a los 9,3 millones de guatemaltecos a las urnas para elegir en segunda vuelta a su presidente para los próximos cuatro años.
Fuente: AP