Debido a la crisis económica que atraviesa Europa, el sector habitacional también está en crisis y una solución que se ha planteado es construir comunas de madera o Woonbox.
Woonbox es un proyecto ideado por SAAMO, la Facultad de Arquitectura de Bruselas y el Grupo Martin Vandereyt que promueve un nuevo sistema de construcción inspirado en Lego, pero en otra escala y con material de madera.
Se trata de un kit modular que consta de paneles estándar cableados con ventanas y puertas que se pueden ensamblar, adaptar e incluso apilar dentro de edificios vacíos.
Es un sistema prefabricado inteligente fácil de manejar y que se puede montar y desmontar en menos de una semana. Debido a su modularidad, puedes construir diferentes configuraciones, desde un estudio hasta una casa familiar más grande con tres o cuatro dormitorios. Pero también una sala de reuniones, una oficina o un estudio, refiere Xataka.
Tiene un sistema es energéticamente eficiente, ignífugo y cumple con todos los estándares, sostenible y circular, por lo que es reutilizable, y se puede utilizar tanto de forma temporal como permanente, tanto en interior como en exterior.
Primeros pasos
El gobierno local ya instaló la primera serie de estas unidades residenciales en las antiguas instalaciones de la empresa de bebidas Cinoco en Molenbeek-Saint-Jean, donde construyeron 10 unidades de este tipo para 34 personas que se encuentran en una situación precaria.
Los módulos se dispusieron cerca de las ventanas para tener iluminación y ventilación natural. Y dejaron un espacio central público pero cerrado únicamente para los residentes de este edificio.
La intención es «recomponer un tejido social dañado creando microcomunidades que puedan apuntalarse entre sí para reincorporarse a la trama productiva, social, cultural de la cual van quedando progresivamente excluidas», dijo el arquitecto @alejandrocsome en Twitter.
Explicó que con este proyecto se busca «fomentar el cruce en el interior de las zonas comunes, las cuales se entremezclan en la vida diaria, en expansiones comunes, lugares de encuentro centrales en el edificio a modo de simulación de espacio publico».
El gobierno belga pone a disposición de este proyecto unks 425.568 dólares y la región de Bruselas invierte 219.586 dólares.
Aunque las viviendas siguen siendo precarias, son más grandes, limpias y adecuadas que las que muchas veces se ofertan en el mercado tradicional a las familias inmigrantes, donde se dan casos en los que conviven hasta seis personas hacinadas en habitaciones de 20 metros cuadrados.
En Bruselas más de 50.000 familias están en lista para acceder a ellas, con un tiempo medio de espera de 10 años.
