Más de 170 billones de partículas de plástico flotan en los océanos. Esto se traduce en alrededor de 2 millones de toneladas, lo cual representa un aumento sin precedentes en la contaminación por este material en la historia, según aseguran los científicos responsables de una investigación.
El estudio fue realizado por el Instituto 5 Gyres y publicado en la revista Plos One, medio que lanza una catastrófica advertencia: «limpiar es inútil», ya que el ritmo de aseo nunca será tan acelerado como la producción del material maleable.
La solución para el equipo de investigadores es simple pero difícil de aplicar legalmente, pues se trata de detener la producción del material que tanto daño le está haciendo al mundo.
Los expertos evaluaron las tendencias del plástico en el océano desde 1979 hasta 2019, y pudieron evidenciar el desproporcionado aumento de la contaminación marina, por la negativa de la industria a reciclar, o promover alternativas que permitan frenar la basura.
«El aumento exponencial de los microplásticos en los océanos del mundo es una advertencia contundente de que debemos actuar ahora a escala global, dejar de centrarnos en la limpieza y el reciclaje, e instaurar una era de responsabilidad corporativa durante toda la vida útil de los productos que fabrican» dijo el doctor Marcus Eriksen, cofundador del Instituto 5 Gyres.
«La limpieza es inútil si seguimos produciendo plástico al ritmo actual, y hemos escuchado sobre el reciclaje durante demasiado tiempo mientras que la industria del plástico al mismo tiempo rechaza cualquier compromiso de comprar material reciclado o diseñar productos para su reciclaje. Es hora de abordar el problema del plástico en su origen» enfatizó el investigador, citado por el diario inglés The Guardian.
Un trabajo complejo
11.777 muestras de plásticos flotantes en el océano fueron analizadas en este inquietante informe, para crear una serie temporal global que estimó el conteo promedio y la masa de microplásticos en la capa superficial del océano, alineando los datos con medidas políticas internacionales destinadas a reducir la contaminación por plástico para evaluar su efectividad.
«Encontraron que desde 2005, ha habido un rápido aumento en la masa y abundancia de plástico en el mar. Esto podría reflejar aumentos exponenciales en la producción de plástico, la fragmentación de la contaminación existente o cambios en la generación y gestión de residuos terrestres» reseñó The Guardian.
Pero la preocupación no solo está en el escenario actual, sino en el futuro que es mucho más dantesco, ya que el ritmo de contaminación podría casi triplicarse desde el presente hasta el 2040.
Llamado a los gobiernos
Científicos han pedido a los gobiernos que tomen medidas para frenar la marea de plástico, como expuso Edward J Carpenter, del Centro de Ciencias del Estuario y Océanos de la Universidad Estatal de San Francisco, quien incluso aseguró que de seguir esta tendencia, se podría hacer del planeta un lugar inhabitable.
«Sabemos que el océano es un ecosistema vital y tenemos soluciones para prevenir la contaminación por plástico. Pero sigue creciendo y tiene un efecto tóxico en la vida marina. Debe haber legislación para limitar la producción y venta de plásticos de un solo uso, o la vida marina se degradará aún más. Los seres humanos necesitan océanos saludables para un planeta habitable» resaltó.
No son los científicos los únicos preocupados por esta situación. Hace un mes, el secretario general de la ONU, António Guterres, enfatizó en la importancia de detener las consecuencias «catastróficas» de este tipo de contaminación. «Cada año, se producen en el mundo más de 400 millones de toneladas de plástico, de las cuales un tercio se utiliza solo una vez», advirtió.
«Cada día, el equivalente a más de 2000 camiones de basura llenos de plástico se vierte en nuestros océanos, ríos y lagos» continuó el funcionario, quien consideró que no se ha hecho lo necesario para revertir la situación.
Por si fuera poco, una reciente investigación publicada en la revista Nature asegura que algunos de los ecosistemas de agua dulce del mundo tienen una mayor concentración de microplásticos que las grandes zonas de acumulación de los océanos, conocidas como Islas de Plástico.
La investigación, liderada por la Universidad de Milano-Bicocca, recopiló muestras de agua superficial de 38 lagos ubicados en 23 países diferentes, repartidos en seis continentes. Los resultados destacan principalmente la presencia de poliéster, polipropileno y polietileno.
Entre los lagos que mostraron una mayor contaminación se encuentran el lago Maggiore en Italia, Lugano, ubicado entre Suiza e Italia, en Estados Unidos el Tahoe, Neagh de Irlanda del Norte, y el Pantà de Sau en Cataluña, España, siendo este último el que presenta comparativamente peores niveles de microplásticos.
A pesar de las lapidarias advertencias, de los estudios que encienden alarmas, de las preocupaciones de organismos internacionales y de gobierno, aún no hay soluciones concretas para un problema que podría acabar con el planeta, por más exagerada que parezca esa afirmación.