Este jueves Corea del Sur y Corea del Norte celebraron por separado la firma del armisticio que puso fin a la guerra de Corea hace 70 años.
El conflicto en la península de Corea inició en 1950 y culminó en 1953 con un saldo de tres millones de personas fallecidas, además de avivar las contradicciones entre Estados Unidos y China en el contexto geopolítico.
En Corea del Sur las delegaciones diplomáticas de Estados Unidos y más de 20 países participaron en una ceremonia para conmemorar el armisticio, mientras que Corea del Norte, invitó a las delegaciones de China y Rusia en un desfile militar para celebrar «la victoria» en la guerra de Corea.
El armisticio, pese a las actuales tensiones, permitió la instauración de la democracia en Corea del Sur y consolidar su posición como una economía fuerte en la región. Mientras que Corea del Norte se limitó al desarrollo militar con grandes reveses económicos, señaló Rah Jong-yil, un antiguo diplomático surcoreano.
Sin embargo, las dos Coreas se refugian en sus respectivas ideologías que imposibilita un canal fluido de comunicación para alcanzar nuevos acuerdos.
Para Rah, Corea del Norte no ganó la guerra, ya que los planes iniciales eran unificar a las dos partes bajo sus lineamientos políticos arropados bajo la ideología junche, mejor conocido como el socialismo coreano.
Aunque tampoco hubo un triunfo de Corea del Sur, porque los planes para derrocar a Kim Il-Sung fueron un fracaso aunque mantuvieron la autonomía del territorio que pretendían los del norte.
Por su parte, Kim Myong Chol, director ejecutivo del Centro de Paz Coreano-Estadounidense, una organización considerada portavoz de los intereses de Pyongyang, aseguró que «antes de la Guerra de Corea, Estados Unidos nunca había perdido una guerra, pero después de que los derrotáramos empezaron a perder guerras, como en Vietnam y Afganistán. Le mostramos a otros países que es posible ganarle a EE. UU.»
Myong argumenta que ahora Pyongyang cuenta con misiles balísticos intercontinentales y diversas armas nucleares. «Somos fuertes y EEUU sabe que no puede derrotarnos» agregó.
Actualmente las relaciones bilaterales se han deteriorado bajo el actual gobierno de Yoon Suk-Yeol, porque «ha adoptado una postura a favor de Estados Unidos y en contra de China», señaló Hyobin Lee, politóloga de la Universidad Nacional de Chungnam en Corea del Sur.
En abril de 2018 el líder norcoreano Kim Jong-un se convirtió en el primer presidente de su país en pisar suelo surcoreano, tras la guerra de Corea, para reunirse con el presidente Moon Jae-in en un emotivo e histórico encuentro.
