El zoológico chino de Hangzhou -foco de interés internacional después de que el video de uno de sus osos en pie sobre sus patas traseras se volvió viral- otra vez está en el foco informativo pues su osa Angela ha hecho un sorpresivo gesto de saludo similar a un «hola».
Medios como The New York Times o The Washington Post se habían hecho eco de la noticia que suponía que en realidad el animal era una persona disfrazada. Los funcionarios del zoológico se vieron obligados a revelar «todos sus secretos», tras las acusaciones.
“Los osos malayos son más pequeños que otras especies y se ven diferentes, pero son reales”, aclaró la cuenta oficial del Zoo de Hangzhou. “Algunas personas creen que me pongo de pie como una persona”, dice el posteo en el que se ve al animal parado y agrega: “Parece que no me entienden muy bien”.
“Cuando se trata de osos, lo primero que viene a la mente es una figura enorme y un poder asombroso. Pero no todos los osos son gigantes”, aclara la publicación. También el perfil oficial en Twitter de la ciudad asiática aprovechó, por su parte, para bromear sobre la cuestión: “¿Quién hubiera pensando que a los osos les gusta socializar?”.
Un experto en animales ha salido en defensa del oso, insistiendo en que es, de hecho, un oso real, publicó la BBC.
Ashleigh Marshall, experta del Zoológico de Chester, declaró que el animal «es definitivamente un oso real», aunque coincidió con los visitantes escépticos del zoológico en que este tipo de osos a menudo «se parecen mucho a personas en sus disfraces».
Marshall señala que los pliegues en la espalda del oso, que los espectadores dudosos asumían como evidencia de un humano con un disfraz mal ajustado, en realidad servían para proteger al oso de los depredadores, permitiendo que la piel suelta le permitiera «girar» y defenderse si fuera atacado.