Las autoridades de Nueva York, consideran albergar en el icónico Central Park de Manhattan, y el Prospect Park en Brooklyn, a los miles de migrantes solicitantes de asilo que han llegado en los últimos meses a la Gran Manzana.
Estas famosas áreas verdes dedicadas al esparcimiento de los habitantes de Nueva York forman parte de los 3.000 lugares que la ciudad estudia para alojar a los migrantes. «Todo está sobre la mesa» afirmó Anne Williams-Isom, la encargada de Sanidad y Servicios Humanos de la alcaldía de Nueva York.
De hecho, la ciudad estudia la posibilidad de levantar tiendas de campaña en varios parques como posible lugares de refugio, según informó el sitio de noticias Gothamist.
Sin embargo, Williams-Isom decidió no dar detalles sobre el plan, y no respondió las preguntas sobre la posibilidad de usar los parques como refugios para migrantes.
Otros lugares que podía ser sitios temporales de refugio, podría ser el YMCA de Park Slope, un conocido centro recreativo en Staten Island; los campus del York Collage, el Medgar Evers Collage, el estacionamiento del estadio de los Mets de Nueva York, y el City Field en Queens, detalló CNN.
Este martes circularon por las redes las imágenes de decenas de personas que dormían en las afueras del Hotel Roosevelt en el corazón de Manhattan, en espera de ayuda.
El alcalde de Nueva York, Eric Adams, criticó al gobierno del presidente Biden, de su mismo partido, de no proveer de apoyo logístico o financiero para ayudar a gestionar la crisis. «No tenemos más espacio», dijo recientemente el alcalde de la ciudad más grande de Estados Unidos, con 8,3 millones de habitantes.
De hecho, el pasado miércoles, Williams-Isom negó las acusaciones que señalaban a las autoridades locales de dejar dormir en la calle a los migrantes como una estrategia para presionar al gobierno federal.
«Nadie en el gobierno de Adams utilizaría a nadie para hacer un truco» aseveró la funcionaria.
La ciudad contaba con una infraestructura de albergues que brinda alojamiento a 107.900 personas, una cifra que se duplicó con relación al año 2022, cuando el censo de albergues era de 45.000 personas.
De esa cifra, 56.000 residentes de estos espacios son migrantes que esperan regular su situación migratoria.