La escritora Jane Friedman denunció que Amazon está lleno no sólo de libros escritos por inteligencia artificial (IA) sino de libros escritos con IA y atribuidos a autores reales (a ella, en este caso).
«La autora explicó en su blog cómo a estas alturas y tras años de publicar sus novelas ya no espera mucho de Amazon y GoodReads. Ha tenido problemas de todo tipo y de hecho destacó que su obra se piratea y francamente no le importa», reseñó el portal .
«Amazon, ¿por qué permites el secuestro de libros?»: según los autores, la venta ediciones no autorizadas está en auge en el portal xataca.com. y a nadie alerta esta situación.
Friedman descubrió gracias a un lector que al menos hay cinco libros en Amazon que llevan su nombre y que están a la venta en Amazon pero ella no los escribió.
Según la autora, alguien se aprovecha de su nombre para convencer a los compradores de que, si han leído otras novelas y libros suyos, compren también estos escritos por una IA.
«Un lector que aplique algo de pensamiento crítico podría pensárselo dos veces antes de tomar estos libros como míos», pero aún así el peligro está ahí. La situación es tan preocupante que Friedman comentó que prefiere ver sus libros pirateados antes que esto.
Aunque los «libros basura» -como ella los llama- no aparecen en su perfil de autor en Amazon, en su perfil de GoodReads figuran.
Otro escritor dijo: «Uno creería que controla los libros que se muestran en su perfil pero no es así». Hacerlo es complicado y al seguir el proceso también. Un autor respondió en Twitter que había tenido que informar que en su perfil se habían añadido nada menos que 29 libros escritos por una IA en tan solo una semana. Finalmente consiguió que esos libros dejaran de formar parte de su perfil en esa conocida plataforma de crítica literaria.
Cabe destacar que los autores pueden denunciar este tipo de situación mediante un formulario aunque las respuestas que reciben de Amazon no siempre llegan.
En el último caso, Amazon dijo que necesitaba incluir los números de registro de marca registrada relacionados con su queja. Cuando se indicó que no había marca registrada para el nombre de autora, cerraron el caso e informaron que los libros no serían eliminados de su tienda.
Tras la presión en redes sociales ya se han eliminado los «títulos fraudulentos», algo que Jane Friedman asume que fue por su visibilidad, reputación y por la comunidad editorial.
Pero los autores menos conocidos no corren con la misma suerte y por esto, recomendó acudir a asociaciones como The Author Guild.
