Telegram cumplió una década y se convirtió en una de las aplicaciones de mensajería más versátiles y potentes del mundo y ahora sus líderes buscan que se convierta en toda una red social.
En Estados Unidos reina iMessage -por el dominio del iPhone- en América Latina es Whatsapp la que está instalada en todos los teléfonos y de segundo Telegram.
Pavel Durov, CEO de Telegram, recordó que la app ha logrado aglutinar a más de 800 millones de usuarios, una cifra que rivaliza con la de grandes empresas, y supera a gigantes como X (antes Twitter). De hecho, cada día se registran 2,5 millones de nuevos usuarios.
«Telegram no quiere estancarse y ha empezado a mostrar características que hasta hace no mucho eran propias de las apps de redes sociales, como Snapchat o Instagram. Por ejemplo, el mes pasado llegaron a España las historias en Telegram, una función mucho más cercana a lo social que a la mensajería. Hoy esta función empezará a llegar a todos los usuarios del servicio», explica un portal especializado en tecnología.
«Telegram va a avanzar mirando hacia lo social, con nuevas funciones, buscando ser disruptivo e innovador, y no simplemente copiando funciones. Esto irá de la mano de la búsqueda de beneficios económicos», explicó el líder de la empresa.
El directivo explicó que el año pasado ya entraron en ese territorio -según él con buenas cifras- aunque aún no han llegado a dar beneficios. Esto es algo comprensible dado que alcanzar las cifras negras en menos de dos años es casi una utopía en el sector de las aplicaciones de esta escala.
Queda por ver ahora si Pavel Durov va a intentar lo que Elon Musk o Mark Zuckerberg con sus respectivas aplicaciones: lograr que la suya sea la app total, lo que en occidente se ve en WeChat, la app oriental que en muchos países se ha convertido en la aplicación imprescindible.
«Si Telegram se convierte en ese sin duda la posicionará muy por delante de sus rivales, pero no lo tendrá fácil», consideran los analistas.