Cirujanos del centro médico Langone Health de la Universidad de Nueva York, en EEUU, trasplantaron el riñón de un cerdo a un hombre con muerte cerebral y durante un mes ha funcionado con normalidad.
Este experimento representa el mayor tiempo que el riñón de un cerdo ha funcionado en una persona que, aunque fallecida tiene un órgano porcino que sigue funcionando. Los investigadores vigilarán el funcionamiento del riñón durante un segundo mes.
«Los cirujanos unieron el riñón del cerdo a un par de grandes vasos sanguíneos fuera del cuerpo de un receptor fallecido para poder observarlo durante dos días. El riñón hizo lo que se supone debía hacer —filtrar los desechos y producir orina— sin provocar rechazo», explica el artículo de AP.
Robert Montgomery, director del instituto de trasplantes del Langone, aseguró que se ve aún mejor que un riñón humano.
La posibilidad de que los riñones de cerdos puedan ayudar algún día a aliviar la escasez de órganos trasplantables persuadió a la familia de Maurice “Mo” Miller, de 57 años y oriundo del norte de Nueva York, a donar su cuerpo para el experimento.
“Tuve problemas con ello”, comentó su hermana, Mary Miller-Duffy, a AP. Pero a él le gustaba ayudar a los demás y “creo que esto es lo que mi hermano hubiera querido. Así que les ofrecí a mi hermano”. “Va a estar en los libros de medicina, y vivirá por siempre”, añadió.
Es el más reciente de una serie de acontecimientos que han renovado las esperanzas en torno a los trasplantes de órganos animales a humanos, o los xenotrasplantes, tras décadas de fracasos debido a que los sistemas inmunes de los humanos atacaban el tejido de la otra especie.
Lo diferente en esta ocasión es que los cerdos están siendo genéticamente modificados para que sus órganos se adapten mejor a los cuerpos humanos.
Ahora, la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) considera la posibilidad de permitir algunos estudios pequeños, pero rigurosos, sobre trasplantes de corazón o riñón de cerdo en pacientes.
Más de 100.000 pacientes están en la lista de personas que necesitan un trasplante solo en Estado Unidos y miles, mueren cada año a la espera de un órgano.