Shane Treu, de 49 años, un residente de la isla de Maui en Hawái fue testigo de cómo la mañana del 8 de agosto un cable de la línea eléctrica se rompió debido al viento y las chispas prendieron en llamas la hierba seca en frente de su casa. Ese es quizás el origen del voraz incendio que arrasó 80% de la isla.
Inicialmente escuchó un ‘zumbido, como si alguien hubiera encendido fuegos artificiales’, y rápidamente el fuego se extendió por toda la colina debido a los fuertes vientos. ‘En cuestión de minutos, todo el lugar quedó envuelto en llamas‘, explicó a AP.
En ese momento, el hombre llamó al servicio de emergencia para informar la presencia de un cable de alta tensión sobre la carretera. Además, empezó a transmitir la situación en directo a través de redes sociales.
Los videos de Treu y de su vecino Robert Arconado lograron captar los primeros momentos del que se convertiría el incendio más mortífero de EEUU en mas de 100 años. Esas grabaciones podrían ser una prueba clave para demostrar la posible causa del incendio: la caída de las líneas eléctricas.
Aunque aún no se ha determinado una causa oficial del sinisetro, los residentes ya tenían la sospecha que era debido a las líneas eléctricas. Incluso llegaron a presentar una demanda colectiva contra la empresa proveedora de electricidad en la isla, Hawaiian Electric, por no realizar los cortes preventivos a pesar de las advertencias de fuertes vientos.
La cifra de víctimas mortales suma al menos 106 y las autoridades esperan que el número aumente en los próximos días. Al menos 1300 personas están desaparecidas.
Mientras tanto, las unidades de emergencia revisan las ruinas en busca de víctimas, mientras otras trabajan para restaurar los tendidos eléctricos.
Aproximadamente el 80 % de Lahaina, una localidad de unos 12 000 habitantes, quedó destruida por el incendio. El jefe de los servicios de emergencia de Maui renunció luego de negarse a activar las sirenas exteriores para avisar a los residentes la necesidad de ponerse a salvo.
Fuente: AP