El huracán Idalia alcanzó este miércoles la categoría 3 de la escala de Saffir-Simpson (de 5) y tocó tierra en la región conocida como «Big Bend”.
Su potencial llegó tras avanzar con vientos máximos sostenidos de 225 km/h y una peligrosa marejada ciclónica que hace temer consecuencias catastróficas, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC) de EEUU.
«El huracán Idalia, extremadamente peligroso, tocó tierra en la región del Bing Bend de Florida», anunció el NHC en la red social X, antes llamada Twitter.
Según este anuncio, el ciclón tropical está provocando «tormentas catastróficas y vientos dañinos». El fenómeno mantiene en alerta a millones de personas y los bulevares playeros de muchas localidades costeras fueron invadidos por el mar.
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, repitió esta jornada su llamado a «mantenerse seguros, a no poner la vida en peligro», al enumerar los riesgos que entraña Idalia y las fuerzas que el estado tiene preparadas para responder a la emergencia en ámbitos como la salud, el auxilio y el rescate de personas, la energía, la conectividad y la movilidad.
Mucho peligro
Las autoridades han advertido que el mayor peligro es la subida del mar, que puede llegar a elevarse hasta 4,5 metros en algunos puntos de la costa del noreste de Florida a causa de la combinación de la marejada ciclónica y las mareas vivas de esta época del verano.
Sobre la marejada ciclónica, DeSantis subrayó: «Es algo grande, grande, muy peligroso» de lo que hay que mantenerse alejado.
El estado emitió órdenes de evacuación obligatoria y voluntaria para más de 1,6 millones de personas ante la llegada de Idalia, que con sus vientos y lluvias ha dejado sin electricidad a miles de hogares en la costa del noroeste de Florida.
Según el NHC, aunque Idalia debería debilitarse después de tocar tierra, es probable que siga siendo un huracán mientras avanza por el sur de Georgia y cerca de la costa de Georgia o el sur de Carolina del Sur a última hora de hoy.