El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos (HHS por sus siglas en inglés) entregó una recomendación de la política sobre la marihuana a la Administración de Control de Drogas, (DEA, por sus siglas en inglés) que puede ser el primer paso en el camino a la flexibilización del cannabis.
Este miércoles el secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra, dijo en la red social X, que su oficina respondió a la solicitud del presidente Joe Biden de presentar a la DEA una recomendación de clasificación sobre la marihuana.
«Hemos trabajado para garantizar que la evaluación científica sea completada y compartida con celeridad», señaló Becerra.
El senador Chuck Shumer, líder de la mayoría en el senado, dijo que el Departamento de Salud y Servicios Humanos había recomendado que la marihuana fuera cambiada de una sustancia controlada de Clasificación I a Clasificación III. «El HHS ha hecho lo correcto», celebró Schumer.
«La DEA debe ahora dar seguimiento a este paso importante para reducir considerablemente el daño causado por las draconianas leyes sobre la marihuana», destacó Shumer.
¿Qué significa recategorizar la marihuana?
El cambio de categoría reduciría las sanciones penales por posesión de marihuana. Actualmente está catalogada en la clasificación I, al igual que la heroína y el LSD.
De acuerdo al argumento de la DEA, las drogas ubicadas en la Clasificación I, no tienen uso médico aceptado para ningún tratamiento en EEUU.
En cambio, las drogas en Clasificación III, «tienen menos potencial de abuso que las drogas u otras sustancias de las clasificaciones I y II». En este rango se ubica la ketamina y algunos esteroides anabólicos.
En octubre de 2022 el presidente de los EEUU, Joe Biden, solicitó la revisión de la clasificación de la marihuana e indultó a miles de estadounidenses que habían encontrado culpables de «posesión simple» de acuerdo a la ley federal.
El presidente de la Comisión de Finanzas del Senado, Ron Wydem, fue más allá y pidió que se eliminara la marihuana de cualquier clasificación de la DEA.
«Si la recomendación del HHS es aplicada finalmente, constituirá un paso histórico para una nación cuyas políticas sobre el cannabis han estado fuera de tono con la realidad», apuntó Wyden.
El Consejo Cannábico de EEUU, una organización sin fines de lucro, señaló que recibían con entusiasmo la noticia, y resaltaron que esta medida «tendrá una amplia gama de beneficios, como indicar al sistema de justicia penal que el cannabis tiene baja prioridad y brindar un salvavidas económico a la industria del cannabis».
