Un juez federal anuló parcialmente la prohibición del estado de Florida de la atención médica de reafirmación de género para menores transgénero, en un fallo que «condena la intolerancia antitrans y desacredita afirmaciones falsas de funcionarios estatales».
«El fallo del 6 de junio del juez del Tribunal de Distrito de EEUU, Robert Hinkle, otorga una orden judicial preliminar que bloquea la aplicación de una ley firmada por el gobernador Ron DeSantis y reglas que impiden que un grupo de jóvenes trans que demandó al estado acceda a atención médica, incluidos los bloqueadores de la pubertad y la terapia hormonal», publicó independentespanol.com.
Una decisión del juez Hinkle -quien fue designado por el entonces presidente Bill Clinton- sigue una demanda contra el cirujano general del estado de un grupo de familias de Florida con niños trans, quienes argumentaron que el estado no podía “demostrar ninguna base racional, y mucho menos una importante o convincente, para las prohibiciones médicas transgénero que impiden que los adolescentes transgénero obtengan atención médicamente necesaria segura y efectiva”.
El fallo del juez Hinkle aniquila los argumentos del estado y señala el lenguaje discriminatorio y la intolerancia que han alimentado las reglas de Florida, así como leyes similares en todo el país.
“El tabú debe señalarse desde el principio. La identidad de género es real. El expediente lo deja claro. Los médicos acusados, hablando a través de sus abogados, lo han admitido”, escribió el juez.
El juez dijo que los estándares de atención ampliamente aceptados respaldados por las principales organizaciones de salud y médicos y el “gran peso de la autoridad médica” respaldan la afirmación de la atención médica y que es probable que los demandantes prevalezcan en el caso sobre su afirmación de que la prohibición de dichos tratamientos médicos es inconstitucional.
La orden del juez también critica las dudosas afirmaciones de Florida con respecto a la posibilidad de “arrepentirse” después de haber pasado por la transición de género, además de destacar declaraciones falsas de que el estado se unió al “consenso internacional” contra la afirmación de la atención médica.
“Dicha afirmación es falsa. No importa cuántas veces lo digan los acusados, seguirá siendo falsa”, escribió. “Ningún país en Europa prohíbe por completo estos tratamientos”.
