Tras un final de año de olvido en 2022 luego de la eliminación de Portugal del Mundial de Qatar y su abrupta salida del Manchester United, por primera vez Cristiano Ronaldo cedió a la presión psicológica, según afirma el diario Marca.
El portugués confesó que se refugió en su familia y se «humanizó», luego de estar en la cima y reconoció que a veces «desconoces la realidad». Ahora se le ve más feliz y disfruta de la vida sin sufrimientos ni presiones.
Al parecer, el fichaje millonario con Al-Nassr le devolvió el placer por jugar y poder ser feliz en una etapa de su carrera en la que sus condiciones no son las mismas a las de hace 10 años, pese a que sigue trabajando al máximo y no perdió el gol.
Actualmente se le ve más afable, comparece en las ruedas de prensa, habla en las concentraciones de su selección y está disponible en las zonas mixtas.
Su entorno asegura que es otra persona, dentro y fuera del campo, ha comprendido que el juego no siempre tiene que pasar por él y que está para ayudar y hacer lo que mejor se le da, que es hacer goles.
Ronaldo ha logrado anotar en los últimos cuatro de los cinco partidos que ha disputado y ha experimentado nuevas acciones como el recibimiento de Jefe de Estado, por parte de Irán, en un partido de la Champions de Asia.
En esa oportunidad miles de aficionados siguieron sus pasos desde que aterrizó en el aeropuerto hasta el hotel, y hasta tuvo que salir por la noche a la ventana para pedir que pararan la fiesta porque necesitaba descansar.
En esa visita al país persa, sostuvo un encuentro con una niña ciega y con un artista con discapacidad.
Lo cierto es que CR7 ahora disfruta del juego sin presión y retribuye el afecto de la gente, al que a veces era esquivo. «Se siente bien y quiere seguir adelante sin pensar en un futuro lejano» afirman allegados al futbolista.
Los ojos de Cristiano están en la próxima Eurocopa 2024, pero los que conocen el espíritu competitivo de la máquina de hacer goles, saben que tiene su objetivo en el Mundial de EEUU, Canadá y México en 2026.
