“Pero nadie sabe, no, lo que se siente, ey/ Sentirse solo con cien mil persona’ al frente/ Que de ti hable toda la gente/ Sin saber un bicho, sin conocerte/ Y hasta te deseen la muerte” esboza Bad Bunny quien por momentos se muestra vulnerable, pero al segundo siguiente escupe rimas en contra de los haters en su nuevo álbum “Nadie sabe lo que va a pasar”.
De regreso a sus raíces de rapero y trapero con un par de guiños al reggaeton que lo ha catapultado a la estratósfera, Benito Martínez deja tres cosas muy claras a lo largo de las letras de estos 22 temas: al parecer no se trata de un trabajo para las masas, quiere crear controversia (y como siempre lo logra) y está muy orgulloso de su latinidad.
¡Parental advisory! el conejo está que arde
Nunca un sello de “parental advisory” había estado tan bien puesto. Incluso el mismo artista lo advierte en sus letras. “Sabe que voy a hablar sucio si tiene el parental” resalta, además de aclarar que no quiere ser ejemplo para nadie: “A mí no me exija’, Bad Bunny no es alcalde”.
«Fina», que hace dúo con su compatriota la joven trapera Young Miko, es sin duda una de las más picantes, con estrofas como: «Me gustan las suciería’, baby, how about you?/ Tengo el bicho afeitao y cabezón como Caillou/ Besitos en el cuello, besitos en el toto/ No sé que tú me hiciste, mami, que me tienes loco».
Sin embargo, una vez superado el golpe de los detalles escatológicos sexuales no solo en ‘Fina’, sino en canciones como ‘Seda’ y ‘Baticano’, “Nadie sabe lo que va a pasar” cobra un poco más de forma, y parece explicar con detalle el lugar en el que se encuentra el artista puertorriqueño en este momento: muy arriba… pero anhelando el pasado.
Latinoamérica y en especial Puerto Rico… la gran muletilla
El disco está pintado de pies a cabeza de la cultura pop latinoamericana, desde las menciones concretas y explícitas a Luis Miguel, Messi y Maradona en varias pistas, hasta algunas referencias que solo detectaron pocos como la que hace sobre la cantante mexicana Belinda, y su paisano el piloto Checo Pérez.
“Si fuera mujer, yo fuera Madonna, yo fuera Rihanna. Implantando moda, Mariana y Silvana” recalca la letra de VOU787, en relación a dos gemelas que interpretó la artista azteca en la telenovela juvenil Cómplices al rescate.
“PR”, como llama Bad Bunny a Puerto Rico, parece ser un hilo conductor en la mayoría de los singles del trapero en este nuevo material, homenaje que se fortalece en la canción “Acho PR”, en la que comparte créditos con Arcángel, Ñengo Flow y De La Ghetto.
“Pásala chévere, en este paraíso encuentras todo/ Semillita de cultura, los domingo’ en los bancholo’/ Y siempre andamo’ junto’ los demente’ y los locario’/ Porque esto es cosa nuestra de barrio” dice parte de la letra en la que el conejo malo se explaya en palabras de admiración hacia sus compañeros de rapeo.
Ráfaga a los haters
En este álbum Bad Bunny se puso los guantes y golpeó a todos los que lo critican, no solamente en la canción de apertura, sino en múltiples ganchos de derecha que suelta, incluso entre descripciones sexuales explícitas.
En una completa paradoja pero muy fiel a la raíz de el rap y el trap, el puertorriqueño insiste en que no le importa lo que piensen de él, pero no para de hablar de eso, algo que se evidencia en la reiterativa referencia a un hecho que levantó críticas severas a su figura: su arrebato y posterior lanzamiento al mar del teléfono de una chica que lo grababa de cerca: “Tu no eres mi fan real, por eso te tiré el celular” dice en un estribillo.
Otro de los salpicados fue JBalvin, en la canción Thunder & Lighting, en la que se escucha: “ustedes me han visto con los mismos, mientras ustedes son amigos de todo el mundo, como Balvin”. El comentario no cayó bien a todos y el colombiano se limitó a un políticamente correcto: “me extraña mucho la vuelta”.
Además, en un par de temas lanza dardos a Shakira, pero sobre todo a Karol G: “Ey, vengo de P.R., de donde salen las verdaderas bichotas, qué casualidad, lo que se hacen más calle siempre salen chotas” rapeó.
La «piedra» para la intérprete de ‘Hips don’t lie’ fue un poco más sutil: “Ahora los hombres lloran, sí, pero sin parar de facturar”, dijo, en alusión a su también polémica canción “BZRP Music Sessions, Vol. 53” junto a Bizarrap.
La cantante colombiana, no pareció molestarle en absoluto, y contrario a eso aprovechó la oportunidad para insinuarle una invitación a trabajar juntos, a través de sus historias de Instagram. «Facturemos juntos entonces» escribió en una imagen en la que se lee la letra de la canción.
Sin embargo el insulto no sorprende tomando en cuenta las raíces del rap y trap, y tampoco lo hace la reiterada necesidad de ponerle reflectores y luces de neón a sus propios logros y riquezas, una “auto vanagloria” que pronto resulta cansona.
Canciones como ‘Mónaco’ y ‘Los Pits’, son ejemplos muy concretos de la necesidad de Bad Bunny de tirarse brillo con la arrogancia característica de este tipo de arte, y que también ha sido una gran marca para el puertorriqueño.
“Ustedes no saben lo que es estar en altamar con dosciento’ cuero’/ Que la azafata te mame el bicho en el cielo/ Lo que es tirar quinientos mil en el putero/ Por eso, tu opinión me importa cero” dice uno de los tantos fragmentos dedicados a sí mismo en su nueva producción.
A pesar de las expectativas y sin temor a ofender a los fanáticos del cantante, aunque “Nadie sabe lo que va a pasar mañana” arrastra a Bad Bunny a sus raíces, y trae una propuesta interesante, aunque por momentos resulta poco original y no tan pegajosa como sus trabajos anteriores.
Dicho esto, aunque el éxito ya es claro con 1.000 millones de reproducciones en Spotify, la pregunta que queda por responder es si este trabajo será referencia para la industria de los géneros urbanos como han sido sus otros discos… finalmente “Nadie sabe lo que va a pasar mañana” .